Gran ser humano con una capacidad asombrosa para meterse en la piel de mujeres luchadoras que sufren a lo largo de los capítulos por traiciones y amores, pero que resisten hasta alcanzar su ansiada felicidad. Intérprete de almas que ha conectado con la audiencia de su país natal, pero también con la de otros países que la conocieron a través de su larga lista de telenovelas protagonizas por ella. Con un don angelical, que embelesa y que convierte en éxito las producciones de las que es parte. Silvia Navarro nació el 14 de septiembre de 1978 y tiene a la actuación muy presente a lo largo de su inmensa trayectoria artística. Actualmente se espera el estreno de una de sus últimas películas: «Pobre Familia Rica», pero su longevo paso por el género latinoamericano otorga que hablemos de sus ficciones más reconocidas.
Los inicios de Silvia Navarro en las telenovelas estuvieron fuertemente vinculados a Tv Azteca. La actriz mexicana obtuvo su primer papel como protagonista en ‘Perla’, la historia de una joven que tras el accidente que tiene junto a su mejor amiga y la posterior muerte de esta decide hacerse pasar por ella para cuidar a su hijo. En esa nueva vida se vuelve a cruzar con Roberto, ese hombre que engañó tiempo atrás a su amiga y decide vengarse de él hasta que el amor entre ambos es mucho más potente que cualquier venganza. Tras esta producción, su talento destacó en varios títulos junto a Sergio Basañez como ‘Catalina y Sebastián’, ‘La calle de las novias’, ‘Cuando seas mía’ y ‘La heredera’.
Por ese entonces, tanto ella como Sergio Basañez eran una de las parejas con más química del momento hasta el punto de realizar varias telenovelas de finales y principios del nuevo siglo. ‘Catalina y Sebastián’ fue su debut juntos con una historia marcada por el matrimonio por conveniencia que se afianzó hasta transformarse en un amor verdadero. Tras estas producciones, Silvia Navarro se metió en la piel de Laura Ledezma en ‘Montecristo’, producción en la que compartió escenas con Diego Olivera (‘En Tierras Salvajes’). Esta fue la última aparición de la actriz en TV Azteca debido a que comenzó después su andadura en Televisa.
En ‘Mañana es para siempre’, la telenovela que protagonizó junto a Fernando Colunga, la intérprete se metió en la piel de Fernanda, una mujer de buena posición social que se reencuentra con su infancia en el momento en el que está comprometida y se va a casar con un hombre en realidad ambicioso que sólo vela por sus beneficios. Ella no es consciente de lo mucho que sufrió Eduardo por culpa de La Hiena (Lucero), su madrastra. Por su parte, Eduardo vuelve dispuesto a vengarse de todos los miembros de esa familia que le separaron de su tierra y de su madre durante años. Por ello se cambia la identidad y vuelve a enamorar a Fernanda bajo el nombre de Franco.
En 2010, Silvia Navarro fue parte del elenco principal de ‘Cuando me enamoro’ junto a Juan Soler. En esta ocasión, la actriz mexicana interpretó a Renata, una mujer que tuvo la mala suerte de que Jerónimo crea que La Bonita es la verdadera causante del sufrimiento de su hermano fallecido. Él trata de vengarse de ella y lucha contra sus sentimientos en multitudes de ocasiones hasta que descubre que fue Roberta (Jessica Coch) la verdadera culpable de la tristeza de su hermano.
En el año 2012, Silvia Navarro protagonizó ‘Amor Bravío’ junto a Christian de la Fuente (‘Sueño de amor’). En esta ocasión, la intérprete se metió en las botas de campo de Camila, una mujer con el corazón apagado desde que un accidente de coche provocó la muerte del gran amor de su vida. El destino ocasiona que a la hacienda «La Malquerida», ese lugar que tanto ama en el que habitan toros de lidia aparezca bajo una falsa identidad el hijo de su padrino dispuesto a vengarse de ella por haber conseguido que su vida en Chile fuese desdichada. En medio de esta venganza ambos se enamoran, pese a que ella no sepa toda la verdad. Tras varias confusiones, finalmente Camila y Daniel logran ser felices.
En 2014 vimos a Silvia Navarro por primera vez en una telenovela cómica alejada de los clásicos en la que también existían las escenas emocionantes como para que a los espectadores se le cayeran las lágrimas con Ana Leal. La actriz interpretó el papel de Ana Obregón en la versión española de ‘Mi Corazón es Tuyo’ y se metió en la piel de una niñera de día de los Lascurain, los hijos de Fernando, un exitoso banquero. Por las noches era la protagonista de stripptise en un bar en el que ejercía su otra pasión: el baile. No obstante, esta gran mujer que soñaba con encontrar a su madre y no perder su trabajo, se enamoró de su jefe y de esos niños que vinieron a iluminar su vida.
Tres años más tarde, Silvia Navarro dejó atrás la comedia para meterse en la piel de un personaje nuevamente dramático, pero con tintes más realistas que sus anteriores proyectos. Se trataba de ‘Caer en tentación’, telenovela en la que caracterizó a Raquel, una mujer aparentemente feliz con su esposo hasta que el personaje de Gabriel Soto le pone los cuernos con el de Adriana Louvier, esa familia con la que han entablado un vínculo muy estrecho a pesar de las diferencias de clases sociales. Tras un trágico accidente en el que se descubre la infidelidad, Raquel comienza una relación con el marido de su anterior amiga, personaje interpretado por Carlos Ferro. La producción era la adaptación mexicana de la novela argentina, ‘Amar después de amar’ y gustó tanto la historia que en 2019 se llevó a cabo un remake en España titulado ‘El Nudo’.
Anteriormente a ‘Caer en Tentación’, Silvia Navarro fue parte de ‘La Candidata’ junto a Víctor González (‘Pasion Morena’). Nuevamente otro reto interpretativo en el que la actriz tuvo que interpretar a Regina Bárcenas, senadora y esposa del gobernador de la ciudad. Sus problemas con su esposo se pronuncian con mayor tesitura a raíz de sus cargos dentro de la política. Tras tener varios desacuerdos con la educación de su hijo que conducen a reproches, quién se siente abandonado por sus padres y que el personaje de Silvia descubra las acciones ilícitas de Alonso, le llega la oportunidad de optar a la presidencia y decide asumir esa responsabilidad ocasionando una competencia con el que hasta ese momento ha sido la persona con la que compartir su vida entera.