Resaltan en diversos medios de comunicación titulares como «el fracaso de Like, la Leyenda». Destacan noticias en las que se afirma que la producción juvenil de Televisa que comenzó sus andaduras en septiembre de 2018 no ha obtenido los datos de audiencia esperados. Quizás haya que tener en cuenta a esos miles de fans de esta telenovela y otras ficciones que piden con esperanza y sin descaso la continuación de historias que les han permitido crear lazos irrompibles con personas que ni siquiera conocían.
Más que un producto, ‘Like La Leyenda’ ha sido un viaje emocionante, una montaña rusa de sensaciones que permitía a sus espectadores reír y llorar en cuestión de segundos. La apuesta orientada a jóvenes de Pedro Damián tras su inminente éxito con ‘Rebelde’ iba mucho más allá en cuanto a temáticas sociales se refería. Hablar de ‘Like’ no solo es comentar la química que tenían Antonia (Roberta Damián) y Ulises (Mauricio Abad), lo enamorados que estaban Machu (Macarena García) y León (Carlos Said) o las piedras que se encontraron en el camino el resto de personajes. Hacer un resumen de ‘Like’ supone nombrar conceptos como la inclusión, la diversidad, la aceptación o la identidad.
Imposible será olvidarse de sus canciones, de sus sentimientos, de sus ganas de rebelarse contra lo socialmente correcto, de esas enemistades que en los malos momentos se evaporaban para convertirse en apoyos eternos. Ojalá haya una segunda parte aunque solo sea a través de un sistema online porque aunque parezca mentira ‘Like, la Leyenda’ ha traspasado las fronteras mexicanas haciéndose presente en multitud de países. Los fans de cada integrante que ha dado vida a personajes con sueños y llenos de miedos, no olvidan que gracias a ellos también han podido crear su propia familia virtual, esa que les entiende, esa que no les juzga por lo que ven y esa que recordará la tristeza y la nostalgia que sintieron el 20 de enero de 2019.
Hemos reído con Chela y sus pots-it todo lo que no estaba escrito, nos hemos emocionado con esos besos apasionados entre Emilia (Ale Müler) y Claudio (Santiago Achaga). Hemos sido testigos de cómo un chico tan mujeriego como Silverio (Víctor Varona) se enamoraba perdidamente de Romina (Danna Paulina). Hemos presenciado la visibilidad que tendría que tener en la pequeña pantalla de cualquier país del mundo las parejas homosexuales con Manuela y Regina. Nos hemos frustrado por los recortes de esas escenas. Hemos defendido al personaje que necesitaba ayuda a través de las redes sociales. Hemos tenido una relación amor-odio con muchos de ellos. Nos hemos sentido identificados con más de una historia.
Por todo esto y por muchas cosas más, gracias ‘Like’. Gracias por haber arriesgado más que en los tiempos de ‘Rebelde’ y haber sido el espejo de la sociedad mexicana. Gracias por haber contado tantas historias entre adolescentes que tenían problemas más graves que los que debería tener un joven a esa edad. Gracias por habernos permitido conocer Israel o Japón. Gracias por haber sido la puerta abierta que ha posibilitado que tantas personas sean ahora amigas inseparables. Paso de los que solo hablan de números. Yo solo quiero recordar la gran calidad de todo el elenco, la introducción en las tramas de los guionistas al incluir temáticas como las drogas, la responsabilidad de cuidar a una hija, enfermedades como el síndrome de Down, la aceptación de alumnos con diferentes costumbres y culturas o la toma de conciencia de lo perjudicial que puede ser fiarse de alguien a través de las redes sociales. Gracias Pedro, gracias ‘Like’. Quizás no hayas hecho historia para los medios de comunicación, pero si te ganaste un hueco en el corazón de muchos fans.