Un año y medio después de dar cierre definitivo a la última telenovela de El Trece y sentir que faltaría mucho tiempo para que las producciones argentinas volvieran a la pequeña pantalla de su país natal, «La 1/5/18» estrenó su primer capítulo con la esperanza fijada en una historia original escrita por Lily Ann Martin, Jesicca Valls y Marcelo Nacci. Centrada en la marginalidad de un barrio de Buenos Aires que ha sido recientemente bautizado como «La Peñaloza», la nueva ficción llegó como un bálsamo para todos los fieles amantes de los productos audiovisuales encabezados por Adrián Suar, proyectos que han atravesado fronteras y han sido valorados por Televisa para adaptarlos a sus costumbres. Tras tener el privilegio de ver el episodio en el que los protagonistas de esta trama coinciden en escena, no sería raro que el gigante de los melodramas mexicanos se hiciera con los derechos por su laboriosa calidad audiovisual, pero especialmente por un libreto que marca la diferencia respecto a lo abundante al incorporar una realidad que pocas veces adquiere protagonismo en la pequeña pantalla. Todo este entramado está conectado por medio de subtramas encarnadas en personajes con sus luces y sombras, quiénes conviven en una villa que comienza sin identidad y pasa desapercibida para las altas élites, siempre y cuando no sea utilizada como zona en la que poder transitar sin remordimientos la droga.
«La 1/5/18» está protagonizada por Agustina Cherri, Gonzalo Heredia, Lali González, Esteban Lamothe y Luciano Cáceres y narra los problemas que tienen que afrontar en comunidad los vecinos de un barrio en el que la delincuencia es moneda corriente, pero también la solidaridad, así como las ganas por salir adelante. Conmovidos por la valentía y la buena voluntad de Lola, la mayoría de los personajes dejarán de pensar en su individualidad para comenzar a «ser uno». Sólo así podrán dar un lavado de cara al lugar en el que nacieron y al que nunca han dejado de pertenecer. En esta producción que ha ocasionado el renacimiento de las telenovelas argentinas, dos bandas de narcotraficantes son los propulsores de una zona conflictiva en la que residen secretos que no tardarán demasiado en ver la luz. En medio de problemáticas realistas que parecen sacadas de un documental encabezado por personas llenas de carencias económicas y recursos esenciales, mientras una mujer intenta dar con el paradero del hijo que tuvo que abandonar a los 17 años, dos hombres llegan para revolucionar la vida de la líder de esa villa argentina que esconde, entre sus cloacas, una lucha de poder e intereses.
La comuna argentina representada en esta telenovela que aterrizó en El Trece el 20 de septiembre ha logrado embelesar a todos los que ya hemos dado una oportunidad a su apertura. Este proyecto audiovisual rompe con los clichés de los melodramas al dar protagonismo a historias de la calle, así como a jóvenes que crecen en ambientes que desfavorecen sus intenciones por progresar en post de la mala vida; con el fin último de escapar de esas familias disfuncionales que no les han dado el cariño necesario. Dentro de «La 1/5/18» encontramos personajes como el de Gina (Ángela Leiva), una joven que pasó en la cárcel dos años de su vida y que anteriormente casi fue violada por el maleante del barrio. Esta chica cobrará mucha fuerza gracias a todo lo que ha aprendido fuera de los suyos y a su empoderamiento, pero también con la ayuda de Roxy (Julieta Bartolomé) o Ricky (Felipe Colombo). A ella se suman otros miembros del reparto más adolescente como Eliam Pico, quién se mete en la piel de Cristián, hijo de Lola que sueña con ser futbolista y parece en principio que no está dispuesto a meterse en ningún fraude con la banda más temida del distrito.
La nueva trama de El Trece ha regresado por todo lo alto con un elenco que reúne a reconocidos intérpretes argentinos y una historia necesaria en la que sobresale la necesidad por sobrevivir y mejorar las nefastas condiciones que atraviesan los que no han tenido la suerte de nacer en el lado del país más privilegiado. Quizás se diferencia de los documentales por su capacidad para introducir un triángulo amoroso entre los personajes de Agustina Cherri ( una mujer que sufre en silencio la pérdida de su esposo 15 años atrás), Esteban Lamothe ( un cura que verá cómo su vocación religiosa apeligra tras conocer a Lola) y el de Gonzalo Heredia ( un hombre que huyó de su vida anterior y tiene que lidiar con un padre enfermo y dos hermanos con ciertos conflictos). A ellos se han unido también Romina Gaetani y Luciano Cáceres, dos personajes que pronto se verán ligados a «La 1/5/18», un barrio que descuartiza la división entre los buenos y malos para corroborar que los seres humanos son imperfectos, sin importar la clase social a la que les haya tocado pertenecer al nacer.