5 de noviembre de 2020. Ya sólo queda algo más de un mes para que acabe el año del desastre, pero si hubiera que escoger un momento inolvidable nos quedamos con la posibilidad de conocer virtualmente a una mujer valiente y emprendedora, la misma que en 2018 conectó de nuevo su alma con la música. Desde Veo, Escucho y Os Cuento tuvimos la oportunidad de entrevistar a Caro López, un talento admirado por sus personajes, pero también por una voz auténtica, esa que no necesita aliarse al autotune para llegar a los corazones de quiénes la escuchan por primera vez. Como le dijo su madre, nació haciendo show y creció muy arraigada a la música gracias a su padre, ese referente que nunca ha dejado de estar presente en su historia.
Viajar a su infancia supone asentarse en una niñez feliz junto a su hermano Eban, quién le ha acompañado como el productor musical de su camino como artista independiente. En su infancia sonaba antigua música colombiana y en cada reunión, Carolina López deleitaba a todos los presentes con sus actuaciones. Ya por esa época brillaba una estrella, una niña transformada en adolescente que tuvo su primera oportunidad como actriz a la edad de 16 años. Desde ese entonces, esa chica pelirroja, de mirada angelical, ojos transparentes y voz singular fue esa ciudadana del mundo que dio a conocer sus habilidades como artista multifacética.

Su necesidad por cantar nace con una de su larga lista de ideas originales. Lejos de seguir las modas del momento, Caro López contó con el apoyo de Eban para hacer un rap flamenco en el que la acompañó un pionero en esta fusión de estilos musicales en España, Haze. La canción se tituló «Quiero Volar», un trampolín que marcaría el inicio de una cantante que tiene ganas de reinventarse constantemente. «Sentí el llamado del alma y desde ahí entendí que el sello no está en el género, sino en la voz y en la manera en la que expreso lo que siento, la forma en la que compongo mis canciones», expresó con cierta emoción una artista guerrera, o como dirían en Colombia, una mujer berraca.
Para Caro López la música le permite quitarse todas las capas que le ofrecen los personajes y dar a conocer sus pensamientos, así como sus viajes más emocionales. «Héroe» es precisamente eso, un homenaje a su padre, pero también a todos los seres luchadores que pasan por enfermedades. La carta de presentación de esta canción cuenta con un videoclip rodado en las playas de Toronto al que define como «un proceso de sanación», ya que es la narración de cómo fue la dolorosa partida de su papá.
Anteriormente a este tema musical que pone la piel de gallina, y también a la despedida de una de las personas más importantes de su vida, Caro López recibió una gran noticia como actriz. Sería parte de La Mamá del 10, una historia que le otorgaría una nominación a los premios India Catalina de su país natal. «Ese personaje me robó el alma y el corazón. Es un reflejo de una Colombia en una mujer. Era guerrera, soñadora y feliz con poco», declaró la intérprete que se metió en la piel de Yuya, no sin después confesar que tuvo que empezar a rodar 9 días después del fallecimiento de su padre. Aun así, le dio tiempo a que su hija le sacara unas risas al caracterizarla para él.

En el momento más alto de su carrera como actriz, cuando toda Colombia la respetaba y la reconocía por sus actuaciones, Caro tomó otra decisión en su vida. Se desapegó de lo material, arriesgó y no quiso conformarse. Por lo tanto, al igual que muchos años atrás se trasladó de Medellín a Bogotá, en 2018 lo volvió a hacer de Colombia a Canadá. «Creo que los artistas debemos, a veces, incomodarnos para seguir creando», contó con orgullo de haber tomado esa decisión que le ha permitido realizar castings e interpretar en ingles. La actriz que reside desde hace dos años lejos de su amada patria comentó que el coronavirus ha paralizado el rodaje de una película en la que participaría también como cantante. Además, también narró sus experiencias como mujer latina en Norteamérica y los estereotipos que están insertados en la sociedad.
Desde sus inicios hasta conocer a fondo su alma, reírnos con sus anécdotas y sentir impotencia por la cadena de prejuicios que existen. Pasamos de la risa a la emoción en cuestión de segundos con un ser mágico al que deseas abrazar nada más conocer su arte y su misión como ser humano. Actualmente, es una cantante independiente que no quiere dejarse contaminar por nadie, es dueña de sus decisiones y disfruta del proceso, que no es otro que seguir a su instinto espiritual. Caro López se siente más ella que nunca y a nosotros nos dio tiempo a conectar, desde los primeros segundos, con su alma.