Acaba. Cada capítulo es el comienzo de una despedida que no queremos que llegue y lo peor es que esta vez si será para siempre. Ya no habrá una tercera parte que nos inunde de nuevas canciones, que consiga ponernos el corazón en la garganta o que nos remueva por dentro; tal y como ha sido el caso de la segunda temporada de la producción escrita por Said Chamie y Claudia Fernanda Sánchez. Eso sí, tenemos que estar agradecidos y orgullosos de haber disfrutado nuevamente de un elenco insustituible con unas tramas que han mantenido la esencia de ese primer ciclo que ganó un Emy Internacional para Colombia. «No sabes como duele que se acabe todo, pero ya ni modo. Este amor tan puro no lo tiene ninguno». Así se siente el fandom que pertenece al team Charleimy, como en uno de los temas cantados por el personaje de Carolina Ramírez dentro de esta revolución gobernada por las obsesiones, las traiciones, las venganzas, los cambios y las nuevas oportunidades. La Reina del Flow 2 volvió a finales de abril a Caracol TV y la mayor parte de sus fieles seguidores no pudieron esperar a su finalización en su país natal para verla por Netflix. Durante cuatro meses, ha dado tiempo a aprendernos «Fijación», «Paz y Tranquilidad» o «Calentura» como si fuera nuestro ritual diario, a cambiar de bando y especialmente a adorar a un personaje que cuatro años atrás mereció ir a la cárcel por su egocentrismo y su poder de manipulación, factores que jugaban en contra de la protagonista de esta historia, Yeimy Montoya. Lo que no esperábamos es la capacidad de los guionistas de voltear todo hasta el punto de conseguir que los malos no sean tan malos y los buenos a su vez comentan sus propias cagadas para, así, poder dejar de idealizarlos.
Afrontaron la pandemia que arrasó con cualquier tipo de estabilidad y a pesar del parón, el elenco volvió con una energía que puede apreciarse en el detrás de cámaras. Todos pusieron su alma y su cuerpo para que los espectadores quedáramos satisfechos con esta segunda temporada que no ha podido pasar desapercibida por su apasionante y obsesiva manera para contar dos triángulos amorosos; uno formado por esos tres «pelados» que soñaban con vivir de la música y otro protagonizado por Erick e Irma en el que han estado involucrados Drama Key y Sandee. Todo esto sin olvidarnos de la resurrección del mayor enemigo de todos, de la acción volviendo al ruedo para arrasar con todo lo construido en estos cuatro años que han pasado de una temporada a la otra o de la competencia musical en forma de una productora pilotada por un tiburón argentino que se la pasa bebiendo mate. La Reina del Flow 2 tiene abiertas tres aristas que demuestran su potencial para enganchar a la audiencia y lo logró al obtener 14 puntos de rating en su estreno en Colombia, el mismo día que fue tendencia mundial sin haber aterrizado aún en Netflix. Raro sería que no fuera un éxito a su llegada a la plataforma de pago porque tiene motivos de peso para no quedarse atrás y suceder en el trono a su primera parte. Por ello, desde Veo, Escucho y Os Cuento recopilamos algunas claves para que su legado siga vigente.
Yeimy y Juancho: Una amistad que traspasó los límites
Tras cuatro años de relación en la que los pececitos han podido convivir en armonía al lado de Emilio (hijo de Juancho con Cata), la necesidad de Charly Flow por reducir su condena y salir bajo libertad condicional reviven la obsesión de Yeimy, quién en un principio parece odiar a ese hombre que le condenó a 17 años de cárcel y le robó canciones como «Reflejo». Poco tiempo tarda el personaje interpretado por Andrés Sandoval en darse cuenta de que su pececita piensa más de la cuenta en Charly al descubrir que «Fijación» está dedicada a esa relación odio-amor que el amor de su vida vivió en el pasado. Sin embargo, él le ayuda a su despegue como cantante y se ve en la tesitura de toparse con su ex-amigo, a quién enfrenta en innumerables ocasiones por no creer en su supuesto cambio. A raíz de todo esto, la unión de Juancho y Yeimy pega un giro drástico y más cuando este se ve obligado a pasar por el penal, de la misma forma que ya lo habían hecho sus antiguos parceros. Esta situación confusa en la que está involucrado injustamente con un lavado de dinero en su propia empresa es una de las claves para que Juancho tenga una mala actitud con Yeimy y quiera separarla de Emilio, pero también para que este productor que apoya a los nuevos talentos se lance como solista con «Furia», una canción perteneciente a La Reina del Flow 2 en la que narra todo lo que siente al ver como su pececita vuelve a los brazos de su archi- enemigo.
Charly: El verdadero destino de La Reina del Flow
Quién nos hubiera dicho hace tres años que la telenovela protagonizada por Carolina Ramírez, Carlos Torres y Andrés Sandoval iba a tener una segunda temporada con un salto temporal que marcaría un antes y un después para esos tres amigos con historias entrelazadas. Si nos hubieran contado por esas fechas en las que Yeimy se enamoró de su pez mientras se vengaba de Charly Flow que en un futuro los fans nos desviviríamos para verles juntos en todos los capítulos, no nos lo habríamos creído. Esa es la magia de los buenos guionistas; desestabilizar a los espectadores y convertir en realidad lo impensable. Habrá quiénes aún crean que Yeimy Montoya tendría que quedarse con Juancho, el hombre que no la metió en la cárcel ni la prohibió convertirse en una estrella del reguetón, pero somos más los que creemos en las segundas oportunidades cuando el perdón sale directo del corazón. La química de Charly y Yeimy en esta segunda temporada ha arrasado con las emociones de los seguidores. Sus miradas cómplices, la manera de el rey del flow para atraer a esa mujer de la que se enamoró también en su etapa más oscura y sus colaboraciones musicales jugaron a favor de una pareja que desató su sensualidad en el capítulo 54 de una telenovela en la que todo fluyó, pero el público quería ver más pasión y menos capos conspirando en contra del «Garfio», apodo que puso Manín a Yeimy en este cóctel explosivo en el que pese a ser mujeriego, Charly se rindió ante su reina e intentó protegerla de las garras de su tío Manín (Lucho Velasco). Sus escenas cómicas, sus momentos candentes, la composición que hicieron contando su propia historia titulada «Mi Destino» y la unión entre ambos a través de Erick hacen que Charleimy sea muy difícil de superar, a pesar de que a todas sus intervenciones juntos han sumado menos minutos que las destinadas a lo que debería haber estado en un segundo plano. Ambos olvidaron el mal que se hicieron, volvieron a cantar y sintieron que eran el uno para el otro. Su suerte es quererse y protegerse. Su química no se puede evadir. Son el uno para el otro. Por todo eso esta vez el final tiene que ser al lado del cantante que ha destinado sus energías a querer y cuidar a su reina del flow.
Una amistad convertida en venganza que renace para volver a empezar
Como bien dijeron sus guionistas, Charly, Yeimy y Juancho son tres amigos que tenían un sueño que se vio truncado por las malas influencias de uno ellos. El pasado jugó un papel fundamental en sus vidas al no ser capaces de recuperar el tiempo perdido, ni siquiera cuando el cantante fue consciente de todo el mal que había causado. El amor que ambos sienten por la reina del flow causó una rivalidad entre esos dos parceros que habían crecido en la comuna. Sin embargo y pese al triángulo amoroso generado, los personajes de Carolina Ramírez, Carlos Torres y Andrés Sandoval merecen «otra oportunidad» para aplicar un bonito mensaje a la audiencia basado en que la amistad lo puede todo cuando las personas reaparecen con buena voluntad. Un buen final sería verles cantar juntos en ese lugar en el que Yeimy demostró sus primeras letras. De momento, los espectadores han podido ser testigos de un guiño hacia esa primera temporada, momento en el que los tres eran esos adolescentes con la ilusión de comerse el mundo juntos.
Manín y su banda: Un dolor de cabeza para el Garfio
Sin lugar a dudas, Manín ha sido el dolor de cabeza de Yeimy y de todos los que hemos seguido su evolución en La Reina del Flow 2. El narcotraficante más peligroso y veterano de la telenovela resucitó tras haberle dado por muerto con el fin de vengarse del apodado «garfio», pero su venganza no consistía en darle un «pepazo» y llevarla al otro barrio. Primero necesitaba que sufriera lentamente, arrebatándole lo que más quería en el mundo, así como su estabilidad amorosa y laboral. Para ello, se rodeó de una banda que estaba dispuesta a dar todo por su querida firma, menos la libertad y la vida por lo que se ha podido comprobar en estos últimos capítulos. Caronte (Pedro Suárez) y Titano (Erik Rodríguez) fueron piezas clave de este clan basado en dar caza a Yeimy Montoya, pero también su sobrino Charly, de quién confío durante decenas de episodios sin saber que en verdad estaba arrepentido y que estaba aliado a la DEA a través de Silvia (Luna Baxter), una agente que hizo creer a Manín que estaba de su lado para capturarlo y pillarlo in fraganti en los negocios ilícitos mientras que, sin querer, se enamoraba de Charly. En este círculo que rodeaba al capo colombiano interpretado por Lucho Velasco ha cobrado mucho protagonismo su Mona, Doña Ligia (Adriana Arango), madre de Charly que sufrió la pérdida de sus grandes amores por su culpa, pero también ha sido una mujer que transformó su sumisión en valentía, así como en ganas de luchar para hacer justicia.
¿Cuáles son los personajes que han brillado en esta segunda temporada?
Muchos le querían ver desvanecer, lo que no sabían era que estaba solo y desmoralizado, que ya no era el mismo cantante al que no le importaba pisotear a cualquiera para brillar sobre los escenarios. Y sí será una quimera; tal y como canta en la canción «Sueños», pero Charly Flow hizo un cambio de pieles dentro de la cárcel y se dio cuenta que no era el dueño de todo mal, que necesitaba volver a empezar, pidiendo perdón y demostrando que merecía otra oportunidad de ser libre y feliz. Hay quienes han llegado a decir que la telenovela colombiana no debería llamarse La Reina del Flow, sino El Rey del Flow por la capacidad del personaje de Carlos Torres para conseguir que el público empatizara con él, por su lado cómico para coronarse con las escenas más divertidas de la ficción, con las más sensuales, las más trepidantes y peligrosas, pero también con unos diálogos aplaudidos por toda la audiencia, así como unas frases que se han incorporado al vocabulario de medio mundo como esa que dice: «Oigan a mi tía, me tienes mamao mijo». La realidad es que si hubiera un premio a mejor protagonista de una producción, este intérprete tendría que llevárselo por goleada. Junto a él en esta segunda parte ha destacado Mike, el jefe argentino de Grey Shark, la competencia directa de Juancho en lo que respecta a las carreras de artistas. El personaje interpretado por Marcelo Dos Santos ha sido capaz de manipular a su antojo las informaciones e incluso crear falsos rumores, pero también ha unido a Charleimy en sus ansias por hacer «guita» y ha sido propulsor de generar triángulos amorosos mediáticos que a todos nos convenían. Tampoco podemos dejar pasar por alto a Cata (Diana Wiswell), la ex-esposa de Juan Camilo Mesa y madre de Emilio que ha hecho la vida imposible a Juancho y a Yeimy especialmente no es la típica villana, sino un ser humano que comete maldades por la soledad que siente. En esta segunda entrega logra ser querida por Chris Vega (Kevin Bury), un cantante lleno de egos, pero de un gran corazón.
El Huracán y el Pez Koi: Una relación divida por el drama y la toxicidad
Confirmado. Es muy difícil hablar de La Reina del Flow sin mencionar mínimamente a cada uno de los intérpretes que han hecho posible que una telenovela colombiana sea querida por personas que no son fieles al género del melodrama. Hay muchas razones para que su éxito traspasara fronteras, pero una de ellas es la pareja formada por Irma y Erick. En esta segunda temporada, El Huracán se sintió eclipsado por El Pez Koi, hecho que le hizo tomar otro camino musical. Esta situación solo fue la primera prueba de fuego para dos jóvenes que en verdad se amaban profundamente, pero los problemas familiares y la llegada de Sandee (Juanita Molina) y Drama Key (Juan Palau) fueron fundamentales para que su relación se hiciera añicos. Pese a todo, sus miradas, su manera de cantar cuando se miran y sus momentos juntos han corroborado que su amor ha podido superar todos los obstáculos y que lo único que desean es estar más unidos que nunca. Solo esperamos verlos felices para siempre, y a ser posible, superando sus traumas y cantando sobre el mismo escenario. Ellos están caracterizados por Mariana Gómez y Juan Manuel Restrepo. Mientras que él se metió en la piel de Charly en su juventud y del hijo de Charly y Yeimy, la actriz ha demostrado su potencial como cantante y como compositora al ser una de las pocas de usar su propia voz para las canciones e insertar letras de su cosecha como «Lamento».
Por otra parte, en esta producción no podemos olvidarnos de Vanessa (Mariana Garzón) y Pite (Sebastián Silvia), un amor que superó las adversidades. Si bien es cierto que en esta segunda parte no han salido en pantalla lo que nos hubiera gustado por los compromisos de uno de los intérpretes, fue emotivo que lucharan unidos por su futuro. Finalmente, La Reina del Flow 2 ha sido como un bálsamo para todos los seguidores que nos quedamos con ganas de más trama. Un éxito que ha estado a la altura de su primera temporada con el que hemos reído, llorado, pataleado, cantado y sufrido. Qué será ya de nosotr@s sin poder comentar el capítulo al día siguiente. Sólo nos quedará hablar mucho de ella para que su destino sea positivo y que todo el mundo hable de una de las mejores historias que tiene Colombia. ¿Ganará el segundo Emy Internacional?. No lo sabemos, pero merecer sí se lo merece.