‘Vencer el Desamor’, la segunda parte de la trilogía producida por Rosy Ocampo para Televisa batió récords de audiencia al superar los 4 millones de espectadores en su gran final y no fue para menos. La telenovela mexicana que llegó el 12 de octubre al Canal de las Estrellas cautivó a la sociedad mexicana y al público español que tuvo la oportunidad de ver sus 93 capítulos a través de Internet . Primero, por mezclar temáticas como la violencia de género y el feminismo con problemáticas que afectan verdaderamente a los ciudadanos del mundo y en segundo lugar, por las grandes actuaciones sumadas a una buena banda sonora que acompañaba con honores a la historia.
Hace más de cuatro meses era impensable que una telenovela mexicana volviera a emocionar a los espectadores, hasta el punto de mantenerlos enganchados durante decenas de capítulos sin caer en el aburrimiento. Entonces aterrizó en la televisión mexicana ‘Vencer el Desamor’, una producción que mejoraba la historia de su antecesora, ‘Vencer el Miedo’. Si ya de por sí, Rosy Ocampo había recibido buenas críticas con la ficción protagonizada por Paulina Goto y sus tres acompañantes, la encabezada por Daniela Romo se convirtió en nada de tiempo en caballo ganador. La idea original de Pedro Armando Rodríguez y Claudia Velazco, no sólo ponía de manifiesto la importancia de la familia y la lucha titánica de las mujeres por alzar sus voces para no sentirse sometidas por el machismo. Problemas como el síndrome de Asperger, el abandono familiar, el abuso sexual, la viudez, el embarazo adolescente y la depresión también acogieron relevancia con el trascurso de los capítulos.
No había ni trampas, ni cartón. Ni escenas relleno, ni posibilidad de caer en el aburrimiento. No existían personajes grandilocuentes y poco creíbles. Por ejemplo , no veíamos a David Zepeda, Claudia Álvarez o Emmanuel Palomares, sino a seres humanos que necesitaban «vencer su desamor» para poder ser realmente felices. Ninguno de los intérpretes recordaban con sus interpretaciones a papeles que pudieron haber realizado en el pasado y la agilidad de la telenovela ayudó considerablemente a que el espectador conectara con la historia. Los flasbacks que anticipaban una escena que le correspondía a la recta final del episodio fueron acertados y la aparición de algún miembro del elenco para concienciar al público, así como animarles a no callarse, en caso de sentirse identificadas con lo que habían visto fue un elemento diferenciador respecto a otros melodramas de Televisa.
David Zepeda como Álvaro: Un hombre que venció la depresión a causa de su propio desamor
A simple vista ‘Vencer el Desamor’ puede ser catalogado como un melodrama de corte social con aspectos didácticos para mujeres. Todo esto es cierto, pero va mucho más allá de apostar por la igualdad de género y erradicar la violencia de género. La telenovela mexicana también va dedicada a esos hombres que aún no han abierto los ojos, quiénes tienen que ser respetuosos sin tratarlas a ellas como objetos que sólo merecen vivir para complacerles. Aquí se muestra la necesidad por dar fin a esa lucha contra la impunidad de los abusadores y maltratadores, pero también que el menosprecio no tiene género. Como ejemplo está Álvaro, personaje interpretado por David Zepeda, quién se siente humillado por su esposa Olga (Altair Jarabo) al desprestigiarle de sus logros profesionales como arquitecto, hasta el punto de conseguir que caiga en una depresión por hacerle sentir culpable ante el desgaste de su relación amorosa y su separación.
De ser un hombre exitoso en su vida personal y profesional al ser socio de Olga Collado a caer en una depresión y descuidarse físicamente. En ‘Vencer el Desamor’, Álvaro Falcón fue uno de los retos interpretativos más admirables de David Zepeda por haber presentado un arco evolutivo creíble y haber conseguido que el público empatizara con su historia de desamor. Tampoco podemos dejar atrás a su compañera de escena. Altair Jarabo parece la típica villana, pero conforme suceden los capítulos, los espectadores pueden darse cuenta que se encontraron con una mujer llena de matices. Demostró que ser mujer no era una condición de la que lamentarse al ser dueña y señora de su propio emporio. Eso sí; todos sufrieron por su culpa al ser egocéntrica y mirar por sí misma y todos lloramos, a partes iguales, con su trágico final.
Cuatro protagonistas: Los reflejos de las mujeres en la vida real
Daniela Romo ha sido la gran matriarca de ‘Vencer el Desamor’, una mujer capaz de demostrar, una vez más, su versatilidad a la hora de meterse en la piel de Bárbara Falcón. En un mismo capítulo conseguía que el espectador riera y llorara por los vaivenes de la vida que tenía que afrontar su personaje. Por no hablar de su valioso ingenio para dar voz al tema principal de la telenovela, una banda sonora a la altura de una historia que se ha coronado con razón como lo más visto de México, y que sería un éxito si llegara a España. Los seguidores de la franquicia ‘Vencer’ aún recuerdan el encuentro entre Bárbara y Marcela que daba paso a una segunda parte en la que la mujer de Joaquín tendría que lidiar con su lucha por salir de la sumisión y cumplir su sueño de ir a París.
Antes de eso, el personaje de Daniela Romo afrontaría la viudez, la obligación de convivir con tres mujeres que no compartían su forma de ver las cosas, la necesidad por salvar la casa en la que habitan todos sus recuerdos, el desapego de su adorado Edu (Juan Diego Covarrubias), el secreto desmantelado con su hijo Gael (Emmanuel Palomares) y todos los sufrimientos por los que pasa Álvaro, su primogénito. Ya en la recta final de ‘Vencer el Desamor’, Bárbara Falcón cae en la trampa de Lino Ferrer, un hombre sin escrúpulos que le hace creer de nuevo en el amor a su edad, pero que en realidad esconde sus fechorías como abusador bajo una falsa identidad. Sin embargo, deja de ser una mujer sumisa gracias a la ayuda de esas tres mujeres que no tolera en un principio, pero con las que consigue generar una bonita hermandad.
Sin lugar a dudas, Claudia Álvarez merece todo tipo de elogios por haber interpretado a una mujer feminista, empoderada, valiente y madre de un niño con síndrome de Asperger. La actriz afrontó un gran reto al caracterizar a Ariadna en ‘Vencer el Desamor’, quién mantuvo una relación amorosa con Eduardo (Juan Diego Covarrubias), el hijo consentido de Bárbara Falcón hasta que él les deja endeudados y les abandona por no querer convivir con su propio hijo Tadeo (Iker García). Pese a todo esto, nunca se dejó arrastrar por todos los problemas. Lloró durante unos días, pero volvió a levantarse con una sonrisa y a ejercer esa profesión de la que se privó por ser mamá: el periodismo.
Así fue como Ariadna comenzó con las investigaciones contra esos abusadores que quedaban impunes. Alzó su disconformidad contra la violencia de género y el patriarcado, hasta el punto de poner en riesgo su vida, más de una vez. En medio de tanto resentimiento hacia Edu, se vio obligada a convivir bajo el mismo techo que Bárbara, una mujer llena de prejuicios. En esa convivencia, el personaje de Claudia Álvarez se enamoró de Álvaro, su cuñado, un hombre que entendía la condición de su hijo y la comenzó a valorar como merecía. De esta gran historia de amistad y complicidad transformada en amor sobresale el tema musical de David Zepeda titulado «Un Millón de Caricias», el mismo que marcaba el cierre de ‘Vencer el Desamor’.
Dafne sólo tenía 23 años cuando perdió a su esposo en un accidente automovilístico. La muerte de Néstor es el punto de partida para que la madre de Santi y Clarita (Mía Martínez) quiera saber qué ocurrió verdaderamente con su marido. Esa curiosidad y los problemas con su padrastro, un acosador, sumado a que es convocada en el testamento de su padre, son los motivos por los que Dafne se traslada a México. Allí comienza a convivir con su madastra, Bárbara Falcón, mujer que la trata con desprecio por tratarse de la hija fuera del matrimonio de su esposo Joaquín. En medio de este conflicto y pese a la responsabilidad que tiene sobre sus hombros de sacar adelante a sus hijos y no poder llevar la vida que llevan las chicas de su edad, Dafne se enamora de Gael (Emmanuel Palomares), un mujeriego publicitario que cambia radicalmente por ella. A ambos los separa su parentesco durante varios capítulos, hasta que descubren el pasado de Gael. Esto da pie a un reto para el actor al caracterizar a dos gemelos que tienen un enfrentamiento en la cárcel. Tras ese episodio que marca la muerte de Romel, la pareja supera los obstáculos y Gael se da cuenta que la familia pesa más que el éxito como publicista.
La más joven de las protagonistas de ‘Vencer el Desamor‘ era Gemma, una chica con ganas de estudiar para superarse a sí misma, hasta que su padre y su madre la obligan a juntarse con un hombre que sólo quiere usarla como un objeto y casarse con ella para que sea su sirvienta personal. La joven se siente atrapada en su brazos y es violada por este hombre. Vive una auténtica pesadilla al principio de la telenovela y encuentra en la casa de su tía Bárbara Falcón un hogar en el que poder enfrentar ese trauma y estudiar como cualquier chica de su edad. No obstante, Gemma queda embarazada tras ese trágico episodio y tiene que lidiar con la discriminación de algunas personas de la escuela y con su necesidad por conocer el amor verdadero
En esta tesitura pasa por una ilusión amorosa y recibe los consejos de sus dos amigas. La adolescente estudia por las tardes y ayuda por las mañanas a los quehaceres de la casa Falcón y a cuidar a Clarita, Santi y Tadeo apunta de sus dotes para el rap. Con ella, los espectadores aprendieron la lealtad, a comprender antes de juzgar a las personas y a saber que siempre que se tengan «ganitas» se pueden vencer los obstáculos. Ya en los capítulos finales, Valentina Buzzurro afirmó que será parte del último título de la franquicia, ‘Vencer el Pasado’. Por lo tanto, los seguidores podrán volver a disfrutar de Gemma, un personaje alegre y optimista con el que a más de uno se le ha caído alguna lágrima.
Antes de dar por sentado el legado de esta telenovela hay que mencionar el gran reparto que ha hecho posible que ‘Vencer el Desamor’ haya sido de las primeras en rodar en medio de una pandemia. Para ello, hay que hacer especial énfasis en su elenco infantil. Primero, a Mía Martínez por retratar con gran fluidez y soltura sus travesuras y su picardía de niña como Clarita, hija mayor de Dafne y segundo a Iker García. Para ser su debut televisivo, su sublime interpretación de un niño con síndrome de Asperger merece un aplauso. Impresionante era ver cómo representaba esta condición sin mirar a la cara a los personajes de Claudia Álvarez, David Zepeda, Juan Diego Covarrubias o Daniela Romo, cómo afrontó las crisis de Tadeo y la evolución y cómo hizo llorar a los espectadores con esos capítulos finales en los que apostó por la felicidad de su madre, antes que por sus propios intereses.
Final de ‘Vencer el Desamor’
El pasado 19 de febrero ‘Vencer el Desamor’ se despidió con datos históricos de audiencias para tratarse de una telenovela de Televisa. Más de cuatro millones de personas, sin contar con los espectadores de otros países, elogiaron el melodrama social protagonizado por cuatro mujeres distintas que lograron la hermandad y alzaron sus voces para erradicar la impunidad hacia los violadores y dar a entender que una mujer no es menos por no tener un hombre a su lado. En ese emocionante final, el personaje de Marco Treviño pagó por todos sus crímenes al ser condenado a 120 años de prisión, pero dejó una frase final con la que representa a muchos abusadores en la vida real: «Soy nadie y soy todos». A esta escena aterradora, hay que aplaudir los mensajes que dejaron Bárbara, Dafne, Ariadna y Gemma después de verse cómo todas conseguían cumplir sus sueños. «Me enseñaron que yo siempre tuve alas para llegar lejos. Sólo tenía que quitarme el miedo a volar», expresó el personaje interpretado por Daniela Romo, la matriarca de una historia que ha dado visibilidad a la desigualdad que tragan para sus adentros las mujeres y a su lucha diaria por dar a entender que tienen que ser valoradas igual que los hombres. Pues al igual que muchos, ellas también son personas trabajadoras que construyen la familia; por lo que su papel en la sociedad también tiene que verse recompensado.
¡VENCE EL DESAMOR DE L@S QUE SE SIENTEN IDENTIFICAD@S, DISCRIMINAD@S, HUMILLAD@S O VIOLENTAD@S! ¡ Lucha por tus sueños y cree en tí!
¡Gracias a cada persona que hizo posible esta producción por sanar nuestras almas a punta de realidades!
¡ EN BREVES TAMBIÉN VENCEREMOS EL PASADO!