¿Hay vida después de la muerte?, ¿existe la posibilidad de volver a la vida tras haber muerto? A finales de 2016 ‘The OA’ respondía a todas esas preguntas con la historia de Prairie. En ese universo en el que la trama giraba entorno a una mujer ciega que había estado desaparecida durante siete años y que regresó totalmente curada, la protagonista abre los ojos a cinco personas vinculadas entre sí para que le ayuden con su misión. Ella logró escapar de las garras de un anestesista llamado Hunter que le secuestró con el objetivo de convertirle en su conejillo de indias. La elección de este científico tenía una explicación: Prairie no era una chica normal. Cuando era niña y vivía en Rusia ella no solo tenía premoniciones sino que también había tenido una experiencia cercana a la muerte. Tras ese accidente, Prairie perdió la vista, así como su vida anterior en su país natal junto a sus verdaderos padres. Más tarde se descubre que había estado en otra dimensión en la que le concedieron habilidades especiales y la posibilidad de renacer de nuevo.
Así comenzaba en Netflix hace casi dos años la primera temporada de ‘The OA’, una serie revolucionaria, misteriosa, impactante, mágica y original que está creada, así como protagonizada por Brit Marling. La ficción que dejó a sus espectadores con más preguntas que respuestas tendrá segunda parte en la plataforma de pago y su estreno está previsto para finales de año o principios del 2019. En la actualidad, la intérprete y creadora de esta maraña ficticia tan fantástica como dramática se encuentra trabajando en el proceso de edición de las escenas debido a que el rodaje ya finalizó hace varias semanas. Todo apunta a que con sus nuevos ochos capítulos conseguirán evidenciar o refutar las teorías que ha habido sobre si Prairie se ha inventado su relato o todo es real. Quizás el renacer de OA sirva para acabar con el desconcierto de todos aquellos que dieron una oportunidad a la producción o puede que no y que el supuesto ángel original de pie a más episodios hasta el punto de dar la razón a ese refrán que dice: » A la tercera va la vencida».
Hay una cosa que intentó trasmitir ‘The OA’: La existencia de universos paralelos donde el presente puede variar según las decisiones que tomes en la vida. Prairie era una chica ciega que vivía con sus padres adoptivos en Estados Unidos y que consiguió cautivar la atención de un doctor anestesista que escuchó su música particular y supo que había vivido una experiencia cercana a la muerte. La realidad es que él era un científico que tenía secuestrados a un grupo de personas con el objetivo de descubrir si había vida en el más allá. Así fue como Prairie llegó a ser una de las víctimas de ese hombre que le ponía máquinas extrañas con el fin de ocasionar que ella volviera a renacer para confirmar su teoría. Dentro de esa celda de cristal en la que el personaje de Brit Marling compartió escenas con el de la actriz española Paz Vega, la protagonista conoció a Homer, un chico del que terminó enamorándose pese al calvario y las torturas de Hunter.
Después de mucho tiempo, Prairie consigue escapar y vuelve junto a sus padres adoptivos. Ella no se atreve a declarar qué ha sido de ella durante esos siete años que llevaba desaparecida, pero decide contar su historia a cinco personas que están relacionadas entre sí a través de un instituto. Su objetivo es que todos ellos empaticen con ella y conozcan esos movimientos corporales extraños con los que podrían abrir una puerta hacia una dimensión donde poder rescatar a los compañeros con los que compartió su encierro. No obstante, cuando todo parece marchar sobre ruedas se descubren unos libros que narran muchas partes de todo lo que contó la protagonista y se pone en tela de juicio si todo es real o ha sido un invento creado por su cabeza.
Lo cierto es que este thriller psicológico que contó con el coreógrafo de SIA en «Chandelier» para elaborar los movimientos corporales de los protagonistas como si de una clase de danza moderna se tratase, se puede concebir como que todos los que han sido secuestrados son ángeles que vienen a ayudar a otras personas. Sin embargo, hay teorías que incitan a pensar que Prairie miente y que no quiere decir en verdad dónde ha estado durante esos siete largos años. ‘The OA’ es una paranoia audiovisual que se puede interpretar de diferentes maneras y ese fue el propósito de su creadora, al menos en su primera temporada.
Lo que sí se sabe es que su protagonista no ha tenido una vida fácil, sea o no mentira la historia que cuenta a esas cinco personas que no conocía y con las que se sincera. Sus cicatrices en la espalda son un claro ejemplo de los maltratos físicos que ha sufrido y sería muy raro que se los hubiera hecho adrede. ¿Qué sentido tendría que se haya podido inventar todo? ¿ De qué le serviría? ¿Era su ceguera eterna o permanente? Esta serie ha conseguido lo que no todas logran y es someter a sus espectadores a un misterio fantástico que habla de resucitaciones, de mundos paralelos y de dimensiones donde todo es posible.