Ruggero

Ruggero viajó por primera vez desde Madrid a Italia y Argentina con canciones como «Morocha» o «Gelato»

De origen italiano, pero con una gran experiencia artística en Argentina, Ruggero Pasquarelli hizo su primer concierto en Madrid el pasado 4 de mayo tras haber pisado el Cocacola Music Experience 2019 y haberse llevado los aplausos de su público español. Lo hizo a las 20:30 hrs de la tarde, 9 horas después de que su club de fans comenzaran a hacer la cola para verle brillar por primera vez en directo. En esas horas previas, hubo tiempo para hacer amistades, recordar las mejores cualidades del compositor de «Volver a cero», comunicarnos en cuatro idiomas distintos (español, francés, polaco e inglés) y firmar una bandera que recogía mensajes de agradecimiento. Pero también hubo espacio para cantar las mejores canciones de su etapa como solista hasta llegar a «Morocha»(su último single), o para recordar nuestra infancia y adolescencia al compás de las canciones más míticas de «Violetta» y «Soy Luna». Con coreografías incluidas, no faltaron las risas, ni los nervios; especialmente cuando se acercaba la hora del meet and greet.

Miembros del Fan Club de Ruggero en España / @rpmundial_es en Instagram

Hubo tiempo para ensayar junto a Ruggero desde el otro lado de la sala Moby Dick «Se vive solo una vida» y para conocer la historia de todas sus fans, quiénes afirman que el creador de «Probablemente» les había salvado y sanado con sus actuaciones en producciones como «Violetta», «Soy Luna» o «Argentina, tierra de amor y venganza», pero también con esa música con la que Ruggero narra una historia personal que ya es la historia de muchas de sus seguidoras. De Polonia y Francia hasta la capital madrileña, detrás del famoso Estadio Santiago Bernabéu en el que prevalece el escudo del Real Madrid, muchas de sus fans europeas compartieron con las españolas procedentes de diversas ciudades el primer encuentro con su ídolo, un momento mágico que ninguna olvidará jamás. Tras esos abrazos y fotos que quedaron para el recuerdo, muchas compraron la camiseta cuyas letras llevaban el nombre de su artista favorito y se preparaban para vivir uno de los conciertos más importantes de sus vidas.

Ruggero presenta sus canciones por primera vez en Madrid/ Patricia Fernández.

Ruggero «volvió a cero» y emocionó a Madrid

Eran las 20:30 del primer jueves de mayo cuando las luces de la sala Moby Dick se encendieron para dar la bienvenida a Ruggero Pasquarelli, un artista que en 1h y media de concierto consiguió emocionar, sorprender y trasladar a su público a Italia con canciones como «Gelato» y a Argentina con la presentación en primicia de su último single, «Morocha». «Es un buen momento para conectar con nosotros y disfrutar de esta hermosa noche aquí en Madrid», expresó el compositor de «Puede», la canción con la que dio el pistoletazo de salida a un encuentro en la que el amor, desamor, los recuerdos nostálgicos y la amistad estuvieron muy latentes. En lo referente a amistades hay que hacer honorable mención a su mejor amigo Flavio, quién había viajado desde Italia para acompañar a Ruggero a la guitarra y recordar ese primer flechazo con la música, cuando eran una banda con miles de sueños e ilusiones. Después sus carreras musicales continuaron por separado en países distintos, a kilómetros de distancia el uno del otro, pero nunca dejaron su amistad y complicidad de lado; algo que se vio reflejado en el escenario madrileño ese 4 de mayo.

Ruggero Pasquarelli en compañía de su mejor amigo Flavio en su primer concierto en Madrid/ Patricia Fernández.

Ruggero brilló como nunca por su espeluznante vozarrón, ese capaz de cambiar de un registro a otro en cuestión de segundos al hacerte falsetes, graves o canciones que incorporan letra más hablada hasta cantar un poco por Michel Jackson. Con capacidad como para moverse con soltura por todo el escenario, pese al calor que hacía en la sala Moby Dick, sus fans de España, Polonia, Francia y otros países confirmaron que tenían «Mil razones» para amar a un cantante que viajó hacia sus orígenes, «volvió a cero» y preguntó a sus fans si les había gustado su segundo trabajo discográfico.

Ruggero en su primer concierto en Madrid acompañado por su mejor amigo Flavio /Patricia Fernández.

La respuesta fue afirmativa ya que es imposible que no gusten composiciones que salen del corazón de un cantante que ha forjado su propio destino. Ese que compuso canciones que nunca vieron la luz y otras como «Bella» que fueron creadas en una carta. «Prófugo» de lo superficial, Ruggero tiene un «historial» de letras que se quedan clavadas en los corazones de sus oyentes y él mismo tuvo tiempo para definir su álbum más personal, ese que habla de historias desde su comienzo hasta su final, donde como dijo: «los amores pueden transformarse en guerra» y darnos cuenta que todo lo bonito «se jodió». Así fue como el artista dio paso a uno de los mejores temas de su segundo EP. Todo ello antes de ponerle el micrófono a Lidia, una chica que contó que su pareja le había sido infiel; a lo que Ruggero respondió: «A la mierrda». Para ese momento, el cantante confesó que él también había sufrido mucho por amor y que seguramente, como él, la joven había aprendido y evolucionado.

Ruggero canta sus canciones más intimistas en la sala Moby Dick en Madrid/ Patricia Fernández.

«Perdonar no es fácil, pero el tiempo sana heridas», cantaba Ruggero Pasquarelli la noche del 4 de mayo antes de llegar a ese estribillo que dice a los cuatro vientos: «Si tú no estás, baby cada día te pienso más». Entre despedidas que no deberían haberse precipitado tanto, de amores que dejaron dolor, pero también experiencias que sirvieron para seguir el camino y componer las mejores baladas hasta la fecha, Ruggero cantó «Dos extraños», una de las canciones más esperadas para después dar paso a la más importante de su carrera, esa de la que un piano de cola en Miami sacó las primeras melodías y dejó la base de una canción con la que lloró al escucharla por primera vez. «Probablemente» es porque este tema musical habla de valorar el silencio, conectar con uno mismo, dejar atrás los miedos, las mentiras y las superficialidades para volver a resurgir de las cenizas. Sí, hablamos de «Espejo» esa balada tan esperada que saca a relucir la sensibilidad y el alma de Ruggero en un concierto intimista, esa obra maestra con la que es imposible no sentirse identificada, que rompe por dentro y permite desahogarse, esa pieza musical que todos pueden llevarse a su propio terreno personal.

Ruggero Pasquarelli durante su concierto en Madrid/ Patricia Fernández.

Llegados a ese punto, Ruggero quiso dar un giro al concierto que había comenzado como prometió, de la manera más intimista. Y aunque faltaron míticas canciones de «Volver a cero» como «Sigo aquí», «Historial» o «Duela lo que duela», los gritos y la emoción de sus fans se hicieron notar con fuerza cuando les regaló «Allá voy», composición que escribió pensando en Matteo, ese personaje al que consideraron el rey de la pista en ‘Soy Luna’. La sorpresa no quedó ahí debido a que ninguna seguidora de Federico en ‘Violetta’ pensó que Ruggero les dedicaría «Rescata mi corazón», momento que ocasionó las lágrimas de esas fans que no habían tenido la oportunidad de verle durante su gira europea con la serie que dio la vuelta al mundo. «Gracias por estar conmigo desde el primer día. Gracias a ustedes estoy cumpliendo mi sueño», confesó el chico de 29 años segundos antes de cantar «Úsame», canción que comparte con el grupo madrileño Dvicio. Después llegó otra como «Casualidad» y de ahí su último single, ese que cantaba en directo por primera vez al lado de su séquito de seguidores, «Morocha».

Ruggero durante su concierto en Madrid/ Patricia Fernández.

Tras escuchar la energía radiante de sus seguidoras en «Morocha» y ser testigo de la bonita fan action que consistía en levantar corazones de papel durante la canción que suena a día de hoy en todas las radios, el cantante italiano recordó sus raíces al incitar al público a que dijeran palabras que tuvieran que ver con Italia. Sonaron entre las asistentes «pizza», «Venecia», «Ruggero», «helado», «pasta», «pescara» y por fin, «gelato», una canción muy querida con la que todos viajamos a su amada Italia. Todo esto justo antes de que nos dejara con la boca abierta al improvisar diferentes registros vocales y ponerse al lado de Flavio. Uno con micro en mano y otro con la guitarra, pero ambos nos dieron uno de los momentos más mágicos y especiales de la noche al ritmo de un «ouou» distinto que coreaba un público emocionado, sorprendido y entregado. Ya en la recta final de un acústico que sólo confirmó el talento de Ruggero para no dejar de pisar los escenarios españoles y ante un calor que se respiraba en la sala, comenzaron las primeras estrofas de «Vamos pa la playa» y algunas fans ambientaron la escena dejando sus gafas de sol a su ídolo musical.

Tras este deleite y haber cogido las banderas de España y Polonia con sus manos, Ruggero Pasquarelli cantó «Ya fue» y seguidamente expresó: «No os limitéis, vivir el presente. Sean quien quieran ser, saben porqué? «Se vive solo una vida». Una vez cantada una de las canciones más apreciadas de ese «volver a cero», el artista que cantará en México próximamente despidió a su público en Madrid con «Probablemente», un tema musical en el que muchos se dejaron la voz y los pulmones. Así fue el primer concierto por España de un creador musical que pone y deja el alma en todo lo que escribe y canta, el mismo que merece mayor reconocimiento y que todos sigan sus pasos. De momento, ya se ha metido en las mentes y los corazones de todos los que asistieron a ese espectáculo musical que ha significado un antes y un después para su carrera como solista, una que tuvo principio, pero no final.

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