Luchador, poco conformista, positivo. Con una gran pasión por el fútbol, pero con mucho talento como actor. El modelaje fue el vehículo que le posibilitó acercarse a la actuación, y no ha abandonado esa profesión desde que entró en ese universo consistente en meterse en la piel de personajes totalmente opuestos a su personalidad. Rubén Sanz es humilde, optimista y muy desligado de esos clichés que se basan en minusvalorar los sueños y los proyectos ajenos. Desde Veo, Escucho y Os Cuento hablamos con él de sus miedos, de series como ‘Arrayán’ de Canal Sur, así como de ‘Escenas de Matrimonio’ de Telecinco. Viajamos a su pasado, pero también nos instalamos en su presente, ese que está asociado a México y a dos títulos de gran éxito: ‘Rubí’ y ‘El Dragón’.
“Lo bueno y lo malo han conformado al Rubén que soy a día de hoy. Ya cuando uno lleva años en la profesión juega con las cartas, aunque todavía hay directores de casting en España que le quitan valor a las telenovelas”. Así se expresó el actor español sobre los estereotipos que se tiene de un género que ha traspasado fronteras y que a día de hoy sigue siendo muy querido y demandado por el público. “El último capítulo de ‘Rubí’ fue lo segundo más visto de todo Estados Unidos”, afirmaba el intérprete para el que sus padres son sus héroes y el espejo en el que se mira.
“En España tener más capacidades no es algo que te beneficie. En cambio, en México es mejor todavía”, explicaba Rubén Sanz al hablar de las consecuencias que sufren los intérpretes o los que trabajan en televisión en el momento en el que se les encasilla. El actor al que le han dicho si es embajador de México por lo bien que habla de su gente, de la manera de trabajar y las oportunidades recordó toda su carrera artística hasta llegar a dos ficciones en las que ha grabado en Madrid y en México al lado de compañeros de la talla de Sebastián Rulli al que considera “una persona maravillosa. Super generosa en el set y en la vida”.
La inestabilidad y la incertidumbre han estado presentes en algunos capítulos de su vida, pero siempre se ha mantenido firme en sus deseos por lograr personajes en ficciones, sean más o menos importantes. Su humildad se huele desde el otro lado del charco y su versatilidad es la protagonista de su curriculum, ya que Rubén Sanz se ha atrevido con cada reto. En ‘Rubí 2020’, versión que se ha estrenado recientemente en el Canal de las Estrellas es el príncipe español Eduardo.
Mientras que en ‘El Dragón’ que se puede ver en Netflix desde hace tiempo es Valentín, un manipulador con cara de bueno, pero acciones malévolas que protagoniza junto con Chisca una relación muy tóxica. El actor se siente muy orgulloso de haber formado parte de dos proyectos que están dentro del género de la telenovela, pero que tienen una calidad de una película en todos los ángulos. Pronto le veremos de nuevo en la pequeña pantalla con la segunda temporada de ‘Falsa Identidad’. Mientras nos queda disfrutar de su talento y su buena energía en esas producciones para las que ha dejado una huella imborrable.