‘Mamma Mia’ ilumina de glamour la Gran Vía madrileña con 23 de los grandes éxitos de ABBA y una mega producción llevada a cabo por SOM Produce. Todo ello gracias a unos intérpretes soberbios que adentran al espectador en una historia de amor, reencuentros y mucha nostalgia.
9 de mayo de 2023. Era martes, pero no un martes cualquiera porque íbamos a presenciar el espectáculo más visto de Broadway, y, probablemente, el más alabado por los millones de espectadores que, en algún punto, han decidido darle la oportunidad a la gran historia que está protagonizada por las canciones más icónicas de Abba. Entramos en el Teatro Rialto de Madrid y antes de que el espectáculo comenzara ya viajamos a esa isla griega donde una niña creció feliz al lado de su madre, pero con la esperanza de reencontrarse con su padre para que fuera él quien la llevara al altar el día de su boda. Todo estaba perfectamente decorado. Era imposible no querer hacerse fotos con el cartel y esas flores rosadas que recreaban perfectamente la ubicación en la que se sitúa el hotel encabezado por Donna. Minutos después, ya sentados en nuestra fila 12 de la platea, recién pasadas las 20:00 de la tarde, la Sophie de esa tarde calurosa de mayo apareció con el diario de su madre en su poder y descubrió que habían pasado tres hombres importantes por la vida de su madre. Dispuesta a descubrir cuál de los tres era su verdadero padre, la joven decidió invitar a los tres a su boda. Con numerales como «Tengo un sueño», «Honey, Honey» y «Money, Money, Money» comenzaba Mamma Mia, el Musical, una explosión emocional que erizó la piel durante sus casi 2 hrs de duración.
La vida nos volvía a correr por las venas y la emoción se hacía palpable tras cada intervención. Pocos musicales trasmiten las sensaciones que regaló Mamma Mia y prácticamente ninguno se lleva los aplausos que acumularon los intérpretes escena tras escena. Presenciamos el encanto y cuidado de cada coreografía y en cada canción adaptada con mimo al español. Esta traducción exquisita que encaja a la perfección con los diálogos corre a cargo de David Serrano y Alejandro Serrano. Ellos, junto con todo el equipo que forma parte del musical, fueron determinantes para afirmar que nos encontramos ante una exquisitez que brilla con fuerza pasen las décadas que pasen. No había espacio para el aburrimiento porque esta obra teatral está dotada de un dinamismo asombroso con la que el espectador pasa de la melancolía y el amor que siente una madre por su hija a una alocada fiesta entre amigas la última noche de soltería. En sus inicios, «Gracias por las canciones», «Mamma Mia» y «Chiquitita» fueron las siguientes canciones en pronunciarse dentro de una historia que habla de la búsqueda de uno mismo, de la intención por volar del nido y de aquellos recuerdos de juventud.
En la versión del 9 de mayo de 2023, Jennifer Lima se metía, una vez más, en la piel de Sophie tras haber hecho durante varias funciones el papel de Ali, la mejor amiga de la protagonista. A esta gran intérprete, quién consiguió emocionar con sus apariciones a más de un asistente, le acompañó en el papel de Donna la actriz Mariola Peña, quién dejó por un rato la energía que irradia el personaje de Tanya para meterse en el papel de esa madre independiente y fuerte que busca la verdadera felicidad de su hija. Ambas forman un tándem perfecto, especialmente con la escena en la que Donna ayuda a Sophie con el vestido de novia, momento en el que suena «Se me está escapando» y el público aplaude emocionado hasta las lágrimas. Así es ‘Mamma Mia’, un musical que tiene todos los ingredientes para llenar los corazones de quiénes no están pasando un buen momento, pero también para avivar las emociones de los que viven aferrados a sus rutinas. No hay ningún cabo suelto. Todo queda hilado; con la aparición de Jaime Zatarain (Sam), Carlos de Austria (Harry) y Luis Canet (Bill), esos tres posibles padres de Sophie que llegan a la isla griega invitados a la boda de la hija de Donna. Pero también, con la propia Donna caracterizada por Mariola, quién protagoniza con sus amigas ,»las dinamos,» míticas canciones como «Dancing Queen».
Ellos y ellas se llevan la vis cómica de una obra en la que destacaron canciones como «Voulez Vous», «Un verano» o «Yo lo soñé». Con sonido correcto como para que Jennifer Lima, Mariola Peña y otros intérpretes como Inés León (Rossie) pudieran lucir sus voces, ‘Mamma Mia’ volvió a poner los pelos de punta a todos sus asistentes. Con más de 200 funciones a sus hombros en plena Gran Vía madrileña y más de dos décadas girando por el mundo, la mega- producción es una historia de un amor de toda la vida; el de una madre y su hija. Esta delicia para la vista y los oídos corre a cargo de SOM Produce, productora de ‘Grease’ o el reciente éxito en Madrid, ‘Matilda’. Su trama, pese a estar ambientada en Grecia, no es ninguna tragedia griega. Habla de la necesidad de la protagonista juvenil por conocer quién es en realidad a través de sus orígenes o de esas amistades que perduran con el paso de los años como la que tienen Donna, Tanya y Rossie. La previa de una boda transformada en el acontecimiento más inusual es el aliciente de todo un entramado que reúne un cóctel de grandes emociones.
El paso del tiempo, los reencuentros con los amores de juventud y la valentía para dejar volar a la persona que más quieres en el mundo son los mensajes centrales de ‘Mamma Mia, el Musical’. Pero decir ‘Mamma Mia’ es recordar inmediatamente al grupo sueco Abba. En la radiante obra de teatro no fallaron éxitos como «Waterloo», aunque ya fuera la última en aparecer, en esa apoteósica despedida de un elenco que lo dio todo sobre las tablas del Teatro Rialto de Madrid. Junto a sus intérpretes, los asistentes de la tarde del 9 de mayo también tatarearon e hicieron los coros a Donna, Sophie y el resto de personajes. Allí solo había espacio para la felicidad, para rebobinar la cinta y recordar un éxito que permanece en los corazones de todos. El ánimo estaba por las nubes y no era para menos. Cuando no había escenas cómicas llegaban esas que conmocionaron por las espectaculares interpretaciones a viva voz.
Desde luego que no echamos de menos a Nina en el papel de Donna, ni a otras Sophies que vimos años atrás. Disfrutamos de las protagonistas y de la historia, tanto o más que cuando nuestros ojos vieron la película por primera vez. Nos emocionamos con los diálogos y valoramos una vestimenta totalmente renovada y adaptada a la época más actual. Admiramos la laboriosa escenografía, la fabulosas traducciones de las míticas letras de Abba al español y quedamos encantados con la función hasta el punto de querer repetir la experiencia miles de veces más. Todo eso antes de disfrutar como colofón final de tres de las míticas canciones interpretadas por todo el elenco. La fiesta no había acabado. Quedaba repetir ese «Mamma Mia» con un público que dejó todas sus energías frente a un elenco que lo dio todo. Faltaba volver a momentazos como el «Dancing Queen» y que sonara la memorable «Waterloo». Sólo así, con honores, es como merecía acabar por ese día «Mamma Mia, el Musical». Con serpentinas cayendo del techo del Teatro Rialto y con todos los asistentes eufóricos, pletóricos y emocionados debido a que habían vivido uno de los espectáculos más importantes de sus vidas, o si cabe, el mejor de todos.