Consiguió llamar la atención de todos los que no habían tenido la suerte de conocerla en sus proyectos anteriores. Con María del Pilar Garcés ha mostrado en la pequeña pantalla colombiana que las mujeres deberían tener los mismos derechos y libertades que los hombres para decidir sobre sus vidas. Mientras que con Gema ha sido la voz de todas aquellas que se quedan calladas por miedo. Mabel Moreno nos dejó un mensaje a través de estos dos personajes: Nunca es tarde para tener las agallas suficientes como para escapar de una relación tóxica y a veces es necesario imponerse para que nadie intente pasarte por encima.

La serie que tuvo unos 131 capítulos y que contó con Mabel Moreno para interpretar a María del Pilar Garcés, una abogada de prestigio que es de armas tomar y que en realidad tiene miedo a que le rompan el corazón vuelve con nuevos casos en los que de nuevo habrá un debate entre si seguir la ley o lo que les dicta el corazón. En esta segunda temporada que continúa siendo protagonizada por Luciano D’Alessandro, ese abogado perfecto que se metió en el bolsillo a todos los espectadores de la producción, María del Pilar seguirá teniendo sus más y sus menos con Ortega (Iván López). Al parecer como confirma el tráiler, Nicolás sigue pensado que todo lo que ha querido en la vida lo ha obtenido y que solo le queda conquistar al personaje de Mabel. Sin embargo, ella no se lo pondrá nada fácil.
«Diva, regia y costosa». Así se mostró Gema desde el principio y hasta ese final que hizo llorar hasta a el ser humano más insensible. Esta princess que se encontraba sometida por Charly Flow, que era considerada su perrito faldero y que ni ella misma se sentía capaz de enfrentar a su marido para luchar por sus verdaderos sueños logró plantarse para defender sus derechos como mujer. Nadie tenía derecho a menospreciar su trabajo como profesional y mucho menos él, un hombre que le debía a dos mujeres todos los logros que había conseguido en sus 17 años de carrera como cantante de reggaeton. Gema abrió los ojos a todas las espectadoras que viven en la sumisión y para las que sus vidas es un absoluto calvario lleno de amenazas. El personaje interpretado por Carlos Torres no llegó a maltratar físicamente al de Mabel Moreno, pero si lo hizo psicológicamente una y mil veces. Además, Gema nunca pudo cumplir su sueño de ser modelo y sobrevivió a costa del de Charly Flow.
La primera temporada de ‘La Ley del Corazón’ contó con un elenco espectacular que supo tocar a la perfección los temas relacionados con los derechos familiares y que dejó hablar tanto a los acusados como a sus víctimas sin distinción alguna. Esta serie colombiana fue tan relevante que Televisa decidió apostar por realizar la versión mexicana llamada ‘Por amar sin ley’. Para su primera parte contó con Ana Brenda Contreras (‘Corazón Indomable’) y David Zepeda (‘Tres Veces Ana’) y en su continuación se suman caras reconocidas como Kimberly Dos Ramos (‘Tierra de Reyes’). En el caso de la ‘Ley del corazón’ en su inicio participaron Zharick León (‘Pasión de Gavilanes’) y Amparo Grisales (‘Madre Luna’) y en esta segunda parte se suma al elenco junto a la gran Mabel Moreno, Jorge Cao, actor consolidado que el mundo recuerda por su personaje de Don Martín en ‘PDG’.
Ambas producciones, tanto la mexicana como la colombiana guardan la misma esencia. Las dos reúnen un elenco abrumador y han llegado a instalarse en las casas de miles de espectadores. Hasta ahora la historia original en la que Mabel Moreno interpreta a una mujer empoderada y aparentemente distante ha llegado a los canales de otros países como a Nova en España, pero no ha tenido la promoción y aceptación que merecía por lo que no se sabe si apostará por emitir su segunda temporada. Lo cierto es que todos deberían conocer estas ficciones y ver al menos una de ellas por ser un espejo de la cruda realidad que sucede en el mundo al tratar temáticas sociales como la violencia de género, la transexualidad, los divorcios y las consecuencias a las que son capaces de llegar muchas personas para defender lo que es suyo o lo que creen que les conviene por ley.