Hay quiénes piensan que ‘La Casa de las flores’ es una telenovela disfrazada de serie, pero lo cierto es que su historia cuenta temáticas sociales que muy pocas producciones del género latinoamericano se han atrevido a plasmar en el prime time. En la actualidad, Televisa ha optado por normalizar la homosexualidad, así como romper con la homofobia y el machismo. Para ello ha emitido ficciones como ‘Papá a toda madre’. Aun así, hay alguien que ha sido valiente a la hora de hablar sin tapujos sobre bisexualidad, transexualidad, drogas y la hipocresía de algunas personas que defienden la moral cuando son familias totalmente disfuncionales. Su nombre es Manolo Caro y el ha sido el creador y guionista de esta nueva apuesta de Netflix que se estrenó el pasado 10 de agosto a nivel mundial. En cuestión de días, sus protagonistas y su trama se han metido en el bolsillo a todos los que le han dado una oportunidad a esta comedia satírica.
«Si quieres seguir a un hombre investígalo, pero si no, no le busques porque lo vas a encontrar». Esa es una de las tantas frases que aparecen en la casa de las falsas apariencias donde las flores tienen un papel fundamental debido a que cada capítulo tiene el nombre de una flor y cada una posee un significado. El narciso representa a esta serie mexicana ya que desde el minuto uno, la familia de la Mora aparenta ante los medios de comunicación y sus amistades que son grandes ejemplos a seguir. Sin embargo, todos sus miembros tienen algo que ocultar y que callar para no perder su popularidad ,ni ganarse el desprestigio de sus vecinos. La trama central comienza con el suicidio de Roberta (Claudette Maullé), la amante del patriarca, Ernesto de la Mora (Arturo Ríos). Ella aparece en pocas escenas, pero es la narradora de todos los sucesos que giran alrededor de las dos casas de las flores (el negocio familiar y el cabaret). Es así como de alguna forma se refleja la doble vida que ha llevado Ernesto, quién ha tenido una niña de 8 años llamada Micaela fuera del matrimonio.
A pesar de las apariencias y de creer que ‘La Casa de las Flores’ es una serie que busca únicamente el entretenimiento, la serie mexicana habla con profundidad de la importancia que es mostrarte como eres y no mentirte a ti mismo; ni sobre tu orientación sexual, ni tampoco en lo referido a lo que puedas sentir por otras personas. Ni la razón, ni lo políticamente correcto deberían tomar cartas en el asunto cuando el corazón siente que en lo opuesto, y no en lo que te puede convenir ante la mirada de la sociedad, es donde en verdad está la felicidad.
La creación de Manolo Caro está representada por la peonia (vergüenza), pero también por el tulipán y la bromelia. Esta ficción emitida en Netflix es el espejo de la sociedad mexicana: A día de hoy hay quienes ven inmoral que existan parejas homosexuales, que haya personas que se sientan mujeres encerradas en el cuerpo de un hombre o que una señora de 70 años descubra el amor verdadero en los brazos de su amante. ‘La Casa de las flores’ ha roto con los tabúes, y también, con ese amor idealizado de muchas telenovelas o películas en las que el sexo pasa a un segundo plano y todo resulta mucho más inocente. Ojalá las relaciones fueran para toda la vida, pero la imperfección humana no nos puede garantizar nada al 100%. En esta comedia llena de infidelidades, se visualiza que en la vida no todo es blanco o negro. Nadie sabe cómo y con quién acabará su propia historia, ni tampoco las cosas sorprendentes e impredecibles que sucederán en el medio.
Quién le diría a Virginia y sus hijos que dejarían de ser la admirada familia perfecta para pasar por una cadena de problemas gracias a los cuales se respetarían verdaderamente sin juzgarse entre ellos. De alguna forma, la producción protagonizada por Verónica Castro ha dado un mensaje a todos aquellos que no se han atrevido a dar voz a sus sentimientos por miedo al que dirán sus amigos o sus allegados. Se acabaron los tiempos en los que un bisexual se escondía del mundo o en los que un personaje gay tenía que hacer movimientos amanerados para dar indicios a los espectadores que se encontraban ante un homosexual. Por ello, el tulipán como símbolo de la esperanza y la bromelia como representante de la resistencia son las verdaderas flores con las que se puede definir esta serie tras haber visto sus 13 capítulos. Esta ficción expresa la pérdida, las ganas de no rendirse ante las adversidades, así como de luchar por las personas a las que más quieres y la necesidad de gritar al mundo la identidad de género o revelar todo aquello con lo que eres inmensamente feliz.
Detrás de las escenas de ‘La Casa de las flores’:
Son muchos factores los que han posicionado a ‘La Casa de las flores’ como una de las series de la famosa plataforma de pago de las que todo el mundo habla. Uno de los motivos tiene nombre y apellido. La forma de hablar de Paulina de la Mora ha causado tanto revuelo en las redes sociales que se ha puesto de moda un Challenge que consiste en imitar el acento particular del personaje interpretado por Cecilia Suárez. Para algunos, su tono les resulta chocante y chirriante en los primeros capítulos, pero conforme se adentran en la trama se enamoran de su personalidad, así como de sus agallas para preocuparse más de su familia que de ella misma. Al parecer, ni Manolo Caro ni la actriz tenían planeado esa lentitud con la que habla Paulina y rodaron el primer tráiler con total normalidad, pero en las grabaciones decidieron darle ese toque característico que se queda en la memoria de todos aquellos que hayan visto la serie.
Todo tiene una explicación. Debido a su soledad y a que se siente responsable de toda su familia, Paulina sufre ansiedad y depresión. Por ello, se toma un tranquilizante que ocasiona dificultades para expresarse adecuadamente. A Cecilia Suárez se le ha podido ver en una multitud de largometrajes y proyectos ficticios entre los que destacan ‘Sense 8’ y ‘Capadocia’. Por su parte, Verónica Castro llevaba 10 años alejada de la pequeña pantalla cuando le llegó la propuesta de Manolo Caro para dar vida a la matriarca de esta historia. Ella es una diva mexicana conocida por participar en éxitos de las telenovelas como ‘Los Ricos también lloran’ o ‘Los Exitosos Pérez’. Su personaje presenta una gran evolución desde los primeros capítulos y en algún momento de la trama se le visualiza cantando una canción de Christian Castro, su hijo en la vida real. No obstante, pese al éxito que está teniendo la ficción, la actriz ha confesado que Virginia ya ha tenido el final que se le podía dar y que en caso de una segunda temporada ella no estará presente.
Aislinn Derbez confesó que en las grabaciones de la serie estaba embarazada y tuvo varios malestares. La actriz que interpreta a Elena tiene como pareja en la realidad al actor Mauricio Ochmann (‘Amarte así Frijolito’). Anteriormente a este personaje ha participado en ficciones como ‘Niñas mal’ y ‘Gossip Girl Acapulco’. Por su parte, Darío Yazber ha tenido una gran repercusión con Julián, el hijo de Virginia y Ernesto de la Mora. En el caso de Juan Pablo Medina, su pareja ficticia, ya era conocido en la pequeña pantalla latinoamericana al ser parte de telenovelas como ‘Amor sin reserva’, y también, al combinar estos papeles con el cine. Lo mismo le ocurre a Arturo Ríos (Ernesto), quién en 2018 ha participado en la versión mexicana de ‘Educando a Nina’ y en el 2017 en ‘La Candidata’, melodrama de Televisa. A la narradora de esta historia, Claudette Maillé, sus seguidores le han visto en ‘La Doña’, ‘La Rosa de Guadalupe’ y ‘Como dice el dicho’. A Lucas Velázquez (Claudio) muchos le conocen de ‘La marca del deseo’ y ‘Una familia con suerte’ y a Natasha Dupeyrón (Chiquis) de ‘Lola érase una vez’, ‘Verano de amor’ o ‘Qué pobres tan ricos’.
Si hay alguien que destaca especialmente por su reconocimiento como actor, creador y director en España es Paco León. El intérprete que se dio a conocer a nivel nacional con Luismi en ‘Aída’ no ha parado de sumergirse en diferentes personajes desde ese entonces. Una de sus últimas apariciones en la pequeña pantalla se dio en ‘La Peste’ y en el cine sobresalió por largometrajes como «Kiki, el amor se hace». Sin embargo, Manolo Caro le propuso uno de los mayores retos de su carrera actoral y se metió en la piel de un transgénero. Si se le pudiera conceder un Goya por esta colaboración él merecería con creces el reconocimiento. «Su verdadera identidad provocó la separación con su pareja». Así presentaba el actor procedente de Sevilla a Jose María/María José, una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre que al maquillarse se parecía más en la cara a su hermana, María León. Por esto y por ser una serie basada en el humor negro, pero con aspectos sociales reivindicativos, ‘La Casa de las flores’ merece ser vista por todo aquel que tenga Netflix.