Un mes después del estreno en Televisa de ‘Fuego Ardiente’ y a más de 20 capítulos en emisión, la telenovela protagonizada por Mariana Torres, Carlos Ferro, Claudia Ramírez y José María de Tavira ha conseguido mantener expectantes; especialmente a todos los que hemos dado una oportunidad a una historia que pone en tela de juicio algunas problemáticas sociales que, a día de hoy, siguen afectando al mundo entero. Una de las cosas más destacables de la producción de Carlos Moreno Laguillo es la originalidad de sus guiones. El melodrama con tintes policiacos y capaz de rozar el thriller por momentos, no sólo merece un aplauso por su trabajo arduo al rodar en plena pandemia mundial, sino también por sustentarse en una historia que no es repetida, ni reformulada con otros intérpretes. Martha Carrillo y Cristina García son las escritoras de una ficción mexicana innovadora que ha acogido una parte de la realidad para «romper esquemas» y construir «una nueva generación de mujeres». Así lo expresaron en la presentación a la prensa de una trama en la que el espectador se mete de lleno en la intimidad de los Ferrer, una familia dueña de una fábrica de aceites en Sonora (México) que convive a diario con los secretos y las falsas apariencias.
Con ‘Fuego Ardiente’ han vuelto los clásicos de esas telenovelas que tanto añoraba el público en la pequeña pantalla. El espectador agradece que haya una producción original que no esté basada en historias de países como Argentina o Chile. Si bien es cierto que la producción de Carlos Moreno tiene pequeños guiños por la estética de los paisajes o la casona familiar hacia otros de sus melodramas como ‘Cuando me enamoro’ o ‘Amor Bravío’, la trama aporta otra esencia y otro enfoque distinto. Es fácil enamorarse a simple vista de ese contraste entre el mar y los olivos que se produce en más de una escena, pero mucho más de cada amor que aflora dentro del melodrama; una sucesión de amores prohibidos marcados por la ética y el deber en los que los estereotipos pueden jugar en contra del corazón de algunos personajes.
Tras telenovelas como ‘Acorralada’ o la última en su historial, ‘Ringo’, Mariana Torres tiene un papel sublime en ‘Fuego Ardiente’. La actriz mexicana interpreta a Alexa, una bailarina dedicada a enseñar a sus alumnos diversas técnicas, quién a su vez colabora en una fundación con niños abandonados. Sus altas capacidades y su pasión por su trabajo son factores que permiten que sea una mujer segura de sí misma en su recorrido profesional, pero no tanto en su matrimonio. Cansada de la vida que lleva con su esposo (Joaquín Ferrer), ella misma toma la decisión de acudir a terapia de pareja para ver si así pueden salvar su relación. Todo ha cambiado desde que se casaron felizmente en Las Vegas y sus ilusiones amorosas están resquebrajándose, pero en un ascensor su mirada se cruza con el apuesto Gabriel Montemayor. Desde ese momento, su mente y su corazón vuelven a revivir esa llama que se apagó con el tiempo con su actual marido; un hombre controlador y manipulador que la considera una adquisición. Sumado a esto, Alexa tiene miedo a los terremotos. Esto se debe a que sus abuelos murieron en un seísmo. También sufre aún al recordar la trágica muerte de sus padres en un accidente de tráfico del que ella fue testigo.
En los últimos años, Carlos Ferro se ha convertido en un protagonista consolidado en el universo de los melodramas a raíz de ser parte de títulos como ‘Caer en Tentación’ y ‘La Jefa del Campeón’. Su última aparición antes de ‘Fuego Ardiente’ fue en ‘Los Elegidos’, una ficción de corte sobrenatural en la que interpretaba a un hombre muy distinto a Gabriel Montemayor. En la producción de Carlos Moreno, el actor mexicano se mete en la piel de un personaje que sufre en silencio la desaparición de su hermano pequeño e intenta descubrir a toda costa cuál es su paradero. Gabriel es un hombre bueno con una inteligencia lo suficientemente grande como para darse cuenta enseguida de los principales sospechosos de ese y otros crímenes relacionados con la falsificación de billetes. Por eso y como integrante de las investigaciones policiales decide viajar a Sonora y meterse en la vida de los Ferrer. Antes de estos hechos, el amor llega a su vida de manera inesperada al encontrarse con Alexa, una mujer con la que charla durante horas después de haberla salvado de un ataque de pánico por su miedo a los temblores. Tiempo después, él se casa con Martina (Claudia Martín) por conveniencia y se ve obligado a convivir bajo el mismo techo con la persona que ha despertado su llama.
Un amor prohibido que quema por dentro:
Un ascensor es el punto de partida de un amor que quema como el fuego desde la primera vez que sus miradas se cruzan y sus almas conviven durante horas hasta el punto de sentir que se conocen de toda la vida. Alexa y Gabriel se enamoran a simple vista sin ser conscientes que el destino les unirá poco después en las peores circunstancias y en un pueblo retirado de la gran ciudad de México. Cuando ella llega a la casona habitada por los Ferrer con la excusa de Joaquín para asistir a una presentación de aceites que marcará el fin de su padre Dante en el negocio, la protagonista se topa con ese hombre con el que sueña por las noches. Capítulos posteriores Gabriel decide casarse con Martina, la hija de Dante, quién le propone matrimonio para heredar el dinero que le dejó su abuela. La única condición es mantener la farsa durante un año, pero todo se complica enseguida para él al verse obligado a convivir en la casa en la que también habita la mujer que ama. Así es como surge entre los dos un amor prohibido que arde en sus corazones y late con fuerza al ritmo de la canción cantada por la cantautora Joy para sus escenas, «Este Fuego», tema que también es la banda sonora de la cabecera de la telenovela y que relata a la perfección su situación amorosa: esa que ocasiona las mariposas en el estómago de la propia audiencia. Por lo tanto, en ‘Fuego Ardiente’ sobresale la lucha contra las imposiciones y trabas del villano de esta historia (Kuno Becker) para afirmar que «el destino» estará a favor de ellos y no de las ataduras tóxicas en la que ambos se han visto envueltos.
Un amor que rompe con los prejuicios:
Alexa y Gabriel no son los únicos que se enamoran en ‘Fuego Ardiente’, la telenovela original que emite actualmente Televisa. Los personajes de Claudia Ramírez y José María de Tavira retratan el amor entre dos personas de diferentes edades que comenzaron a tratarse con cortesía y respeto hasta darse cuenta que no podían vivir el uno sin el otro. Irene, hermana de Dante (el patriarca de los Ferrer) y madre de Adriano (Sebastián Poza) es una mujer madura, bondadosa y poco materialista que no cree en la posibilidad de volver a enamorarse hasta que aparece en su camino Fernando, un hombre dedicado al cuidado del medio ambiente, especialmente a todo lo relacionado con los animales marinos, profesor de surf y novio de Tamara (Candela Márquez). A base de platillos suculentos, clases de guitarra y acontecimientos relacionados con la fábrica de aceites, los dos se enamoran y él decide romper su relación anterior para apostar por una unión que tendrá que lidiar con los prejuicios sociales, así como otras problemáticas. La canción que refleja sus escenas apasionadas se titula «No se tú» de Manzanero, pero es versionada por Joy.
Una familia desunida repleta de secretos
La trama principal de Fuego Ardiente’ se desarrolla en La Casona, una propiedad situada en Sonora en la que vive Dante, un hombre al que le detectan una enfermedad terminal. Desde ese momento, el patriarca de los Ferrer lucha por subsanar los errores cometidos en su pasado. Por ello, el personaje de Fernando Ciangherotti convoca a sus dos hijos al pueblo mexicano con la excusa de su retirada en la fábrica de aceites y deja en claro a Joaquín que no quiere continuar con el negocio ilegal de falsificación de billetes, puesto a que ya tienen dinero suficiente como para vivir cómodamente. Sólo su primogénito, un déspota corrupto, asesino y maltratador conoce el secreto del estado de su salud y decide manipular a su esposa Alexa para quedarse junto a él en sus últimos meses. Por su parte, Martina (Claudia Martín), una mujer aparentemente superficial, pero con un gran corazón vuelve de Londres obligada por su padre, pero está decidida a irse de nuevo hasta que ve en Gabriel la posibilidad de cobrar la herencia de su abuela y se casa con él por contrato. De esta forma, la alocada y divertida hermana del más malo de la telenovela se va enamorando verdaderamente de su propio marido, quién sólo tiene ojos para su cuñada, Alexa (Mariana Torres), con quién en el principio de la trama se lleva bastante bien. En este entramado también destaca Pilar (Yolanda Ventura), esposa de Dante, quién tiene un hijo que se llama Rodrigo (Jauma Mateu), un hombre bondadoso que no tiene buena relación con su hermano político, Joaquín, y que en el pasado sufrió abuso sexual cuando era niño por parte de su profesor de gimnasia, hecho que le atormenta durante varios episodios.
Un amor que regresa del pasado
Además de todas estas situaciones marcadas por el amor, las intrigas, los secretos y las obsesiones, en ‘Fuego Ardiente’ se retrata una relación entre una pareja de adolescentes de clases sociales diferentes como la de Adriano (Sebastián Poza) y Katia (Maya Ricote), con quiénes se abordará el embarazo a edad temprana. Por otra parte, la telenovela mexicana cuenta con dos primeros actores como son los casos de Arturo Peniche y Laura Flores, Ambos caracterizan a dos personajes que se reencuentran 20 años después de su amor de juventud y se ven en la tesitura de afrontar dónde y quién es ese hijo que tuvieron en común, el mismo que Laura dio a las monjas por temor a sus padres. Mientras que ella es la madre de Joaquín y Martina, una mujer que suprimida por Dante tuvo que irse del pueblo obligada a renunciar a sus hijos, el inspector Juárez es un prestigioso policía que tratará de desmantelar los negocios y crímenes del hijo de la mujer que sigue amando. Así es como ha comenzado la producción de Carlos Moreno Laguillo, una ficción cercana al thriller al haber desapariciones, muertes, misterios y situaciones reforzadas por la corrupción, pero que también pone en el foco a las mujeres. Son ellas las que afrontan sus amores, sus desamores, pero también su lucha por hacer ver que deben ser igual de valiosas que los hombres.