Quisiera despedirme por todo lo alto sin dejarme ninguna fuera de uno de los últimos artículos del año. Me gustaría haber empezado y terminado 2019 con un cuaderno lleno de títulos que he visto, que he disfrutado o me han emocionado. Mi memoria falla de vez en cuando, aunque aún es demasiado joven como para ser olvidadiza. Quizás sea por todas las series, películas y telenovelas que existen por todos lados. Abruma tanto la cantidad de contenidos de los que disponemos a día de hoy que confieso algo: cada vez me cuesta más elegir y no siempre escojo bien. Entonces, en esos momentos recaigo en los bucles que siempre vivirán en mí, pese a tener 24 o 50 años.
Las de siempre:
Empecemos casi por el final de mi historia con las ficciones de 2019. Mi infancia de niña me lo permite porque resurgieron los recuerdos con la llegada a Netflix de ‘Rebelde Way’, esa serie de adolescentes estereotipados que encuentran el camino de la luz tras luchar juntos por sus verdaderos sueños. Nunca pensé que a casi 18 años de su primera emisión en Argentina, la creación de Cris Morena volviera a ser rescatada por esa famosa plataforma de pago que hasta hace nada no disponía de ninguno de sus universos juveniles. Por lo tanto, estas últimas semanas me dediqué a volver a admirar la rebeldía de Marizza, a tenerle tirria a la Mía de los primeros capítulos y a eternizar una historia y unas canciones que siguen vivas en millones de almas, entre ellas la mía.
Hay ficciones que son como un camino sin final, uno de esos tramos que siempre te gustan volver a recorrer, aunque conozcas de sobra la meta y la hayas saboreado año tras año. Esa es mi sensación cada vez que vuelvo a ver ‘Casi Ángeles’. Es imposible no volver a los orígenes de las ficciones que te emocionaron en el pasado, que lo hacen en tu presente y lo volverán a hacer en tu futuro. Mi gran despertador, el cuento que me ayudó a entender a la humanidad, que me permitió conocer lo privilegiada que fui al no vivir carencias como la de los protagonistas en su primera temporada, que me enseñó legados que aplico en mi día a día y que me permitió conocer a amigos que hoy son de mi familia.
Ha sido imposible no darle de nuevo al play a esas historias que nunca quedarán en el cajón del olvido, y mucho menos, si tratan de amores aparentemente imposibles o odios que se transforman con el trascurso de los capítulos en pasiones que no pasarán de moda, por mucho que pase el tiempo y con él los años o los cambios de década. Quizás es porque no puedo superarlas o porque desconozco si algún día viviré algo similar, pero dónde hay que firmar para vivir la intensidad de parejas como la de Sara y Lucas en ‘Los Hombres de Paco’, Vicky y Martín en ‘Aurora’, Sara y Franco en ‘Pasión de Gavilanes’, Iván y Julia en ‘El Internado’ o Santos y María Teresa en ‘La Tormenta’. Estas son solo algunas de las tramas amorosas que después de tiempo desde su emisión sigo viendo cada vez que quiero y no encuentro en una ficción un amor similar a los mencionados.
Las de ahora:
Volví con las pilas recargadas para afrontar la tan esperada tercera temporada de ‘Estoy Vivo’, una apuesta revolucionaria para la televisión española que caló hondo en mí tiempo atrás y que se regeneró en 2019 con mayor intensidad. Tengo algún pequeño recordatorio del primer capítulo de una ficción que regresó más arriesgada que nunca. Me senté en la butaca el día del preestreno y tras una escena trágica miré a mi amiga con ojos de sorpresa e inquietud. Al igual que muchos espectadores, yo solo quería que los personajes de Lucía Caraballo, Anna Castillo y Cristina Plazas volvieran con sus cuerpos originales, pero he de confesar que sus sustituciones estuvieron a la altura de las nuevas controversias de la serie. Una vez más, una de las ficciones españolas más bonitas nos dejó un mensaje: la importancia de valorar a la familia, tanto la de sangre como esa que escogemos a lo largo de la vida.
No obstante, mi 2019 no comenzó con ninguna de las ficciones mencionadas con anterioridad, sino con los primeros capítulos de ‘Mi Marido Tiene Más Familia’, la segunda temporada de una telenovela mexicana que me terminé en mes y medio para luego hacer maratón de su spin off, ‘Juntos el corazón nunca se equivoca’. Sin lugar a dudas, nunca me arrepentiré de haber sido testigo de las rutinas de los Córcega, personajes que representaban en buena medida la estructura familiar existente dotando a su historia de amores, dramas, realismo y comedia. Es necesario hacer especial mención a los Aristemo, una pareja homosexual que se coronó en México como la primera en tener su propia ficción en televisión dando mayor visibilidad al colectivo LGTB y a un concepto muy importante: la inclusión.
Entre telenovelas de México y Argentina hubo espacio para la fantasía, la acción y esa guerra definitiva entre humanos y caminantes blancos que cerraría un ciclo que siempre será recordado por todos los fans de ‘Juego de Tronos’. No olvido que fue la mejor primavera al lado de los últimos capítulos de una serie que me permitió emocionarme, sorprenderme y tirar los cojines al suelo en los momentos de mayor tensión. Hubo quiénes quedaron decepcionados con la gran atraca final de una ficción que pese a todo ha hecho historia a nivel mundial. Además de la trama en la que estaba deseosa por visualizar las escenas románticas entre Daenarys y Jon Nieve o el desenlace de Arya Stark, así como otros personajes emblemáticos como Tyrion Lannister tuve la ocasión de comenzar la tercera temporada de ‘Por trece razones’, aunque confieso que no estoy dispuesta a terminarla ya que durmió a mi interés. Dentro de este universo alejado de las ficciones de habla no inglesas también vi la temporada al completo de ‘The Rain’ y comencé en Netflix ‘The Witcher’, aunque con mayores gustos por la primera que por la segunda y pese a que casi todos los que puedan leer esta experiencia estén en desacuerdo.
Hay ficciones que en otros tiempos se nos escaparían de nuestras posibilidades porque solo serían emitidas en las televisiones de sus países natales. Por eso agradezco a Internet y a los canales de dichos contenidos audiovisuales que hayan abierto sus fronteras al dejar que todos, sin distinciones, podamos disfrutar de su cultura. ‘Argentina, tierra de amor y venganza’ llegó a mediados de marzo de 2019 como una apuesta bien cuidada que marcaba el inicio de un nuevo éxito para Adrián Suar (‘Las Estrellas’, ‘Esperanza Mía’ y ‘Simona’) y también para un elenco espectacular procedente de allí con dos incorporaciones de España. La telenovela de época que narra con cierto realismo la vida de los inmigrantes europeos en la tierra de las aparentes oportunidades se despide justamente el 30 de diciembre con más de 200 capítulos y una lucha contra la impunidad, el machismo y las injusticias en la que debe ganar la valentía, el respeto y la libertad.
Este año descubrí la necesidad de ficciones como ‘El Juego de las llaves’ al dejar atrás los tabúes relacionados con el sexo y abarcar el concepto con la naturalidad que debería tener al ser fundamental en la mayor parte de seres humanos. La serie de Amazon Prime Vídeo abarca la sexualidad de parejas más explosivas que otras que han recaído en la monotonía. Una quedada entre conocidos y sus parejas actuales marca el inicio de un tentador reto: acostarse con la persona que haya escogido el azar solo por una noche con el consentimiento de sus maridos o novios. Sinceramente jamás había visto una trama que mezcla erotismo con necesidades tan básicas y cuenta con igualdad las fantasías y relaciones de hombres y mujeres.
Las de antes que también pertenecen al 2020:
Mi verano estuvo dedicado a recorrer el sur y el norte de España al compás de la ansiada tercera temporada de ‘La Casa de Papel’ y el regreso de ‘Las Chicas del Cable’ con su cuarta parte. Adentrándome en la ficción que comenzó sus andaduras con el mayor atraco de la historia en la Fábrica de Moneda y Timbre y que continúo con el plan de Berlín para volver con un golpe al Banco de España he de decir que me pareció sublime la incorporación de Najwa Nimri como esa policía que asume el mando de una autoridad que se toma la justicia por su mano hasta el punto de dejar mal herida a Nairobi (Alba Flores). Sin dudas, ese final que dio comienzo a una larga persecución al profesor fue en mi opinión de lo mejor de esa tercera entrega que dará paso a su continuación con una cuarta y quinta parte.
Este 2019 en ‘Las Chicas del Cable’ tuvimos que afrontar la pérdida dolorosa de una de sus protagonistas, aunque la primera ficción española de Neflix aún le queda vida con una quinta temporada que se dividirá en dos partes y que contará las controversias que se encontrarán esas cuatro mujeres que ansiaron el sufragio universal y el voto femenino en un contexto marcado por la Guerra Civil y la posterior dictadura franquista. Lo cierto es que Lydia, Marga, Carlota y Sara lo tendrán más complicado que en el pasado, pero no dejarán de luchar por su ansiada libertad hasta el final de su días, al igual que lo hizo Ángeles. A esta serie de época se suma a mi lista la segunda parte de un thriller juvenil, ‘Élite’.
‘Promesas de arena’ ha sido junto con ‘Días de navidad’ una de las últimas ficciones por las que he apostado antes de acabar 2019. 6 capítulos han sido más que suficientes para conectar de lleno con una historia de amor que está por encima de las culturas, las ideologías, las religiones y las estrictas normas familiares consistentes en llevar una vida lo más rutinaria posible. Precisamente de eso escapa Lucía (Andrea Duro) cuando viaja a Libia como voluntaria de una ONG, de una madre manipuladora que no le dejaba descubrirse así misma. Confieso que no la vi en la 1, sino en Amazon Prime Vídeo y en cuestión de una noche intensa me había acabado la adaptación de una novela realista, bonita y cargada de emociones.
En 365 días también tuve tiempo para terminar ‘Amar a Muerte’ y cerciorarme de los motivos más que suficientes que tenían las fans de Juliantina para pedir película y spin off de esa pareja inclusiva que ha luchado contra todos los obstáculos. Tampoco me olvidé de darle una oportunidad a ‘El Dragón’, la novela escrita por Arturo Pérez Reverte para Netflix protagonizada por Sebastián Rulli y Renata Notni. En lo referente a esta ficción abarcada por los tiroteos y el narcotráfico he de confesar que en capítulos mi abuelo me lleva la delantera. Quizás es porque el amor hasta donde yo vi (capítulo 25) pasa a un segundo plano y yo soy demasiado romántica.
Finalmente, solo me quedan por mencionar dos telenovelas de Televisa a las que he dado una oportunidad en 2019: ‘Soltero con Hijas’ y ‘Médicos, línea de vida’. He de reconocer que ninguna de las dos me ha llenado como lo hizo en su día ‘Mi Marido Tiene Familia’ o como lo ha hecho hasta hoy ‘Argentina, tierra de amor y venganza’, la cual ha sido según mis gustos el mejor melodrama de este año de lejos. Sin embargo, la ficción mexicana protagonizada por Gabriel Soto y Vanesa Guzmán es bastante entretenida y recupera la importancia de estar unidos con la familia. Por su parte, la trama encabezada por Livia Brito y Daniel Arenas es un espejo de los casos de mayor y menor gravedad que llegan a los hospitales combinados con el universo de los doctores que siguen su ética a rajatabla y la de los que solo buscan su propio beneficio.
¡Hasta aquí las series y telenovelas que recuerdo haber visto a lo largo de mi 2019!