» Tra, tra, sí, sí». La generación milennial necesitaba algo así. Un flamenco que en muchas ocasiones nos desplaza a la época de Al-Andalus. Una voz que eriza la piel, que combina géneros musicales que hasta hace un año eran incompatibles y una mujer que no ofrece el típico flamenco que todos conocen. Pensamos en su mirá, en sus quejíos, en su manera para revolucionar a cualquiera con sus videoclips y en esas canciones que son como una bala que se clava en el pecho y que se han apoderado de esas millones de personas que ya la consideran la diva española del momento. Con tan solo 25 años, Rosalía Vila ha dado con la clave para que muchos de los temas de conversación que se pueden originar entre compañeros de trabajo o amigos lleven su nombre.
Si Lola Flores levantara la cabeza contaría con ella para una colaboración sin lugar a dudas. Es digno de ver como una cantautora catalana ha puesto todo el empeño para que se le reconozca como el icono de referencia del flamenco más moderno, honesto y con bases de otros estilos musicales. ¡Qué suerte que tuvieron los que descubrieron su deslumbrante talento antes de causar el boom con «Malamente»!. Pareciera que las raíces gitanas las tiene incrustadas desde que nació porque esa cultura es la que más destaca en ese segundo disco que vio por fin la luz el pasado 2 de noviembre titulado «El Mal Querer».
Rosalía trabaja durante horas, pero primero improvisa para después ordenar las ideas hasta aportar su esencia a una música muy verdadera. Ella es una artista con mucho futuro que ya se ha consolidado como el descubrimiento musical de estos dos últimos años. La cantante de «Di mi nombre» ya se ha ganado la admiración de las personalidades más reconocidas, tanto dentro de su país como fuera de sus fronteras. Solo una mujer con ese poderío en el escenario, con esa creatividad que asusta, hasta el punto de que tiene el don para engatusar a cualquiera, ha conseguido estar nominada a cinco Gramys cuando nadie tenía su disco en las manos. Esta joven que afirma que el flamenco cala hondo y va directo al corazón presentó «El Mal Querer» escasas horas antes de su salida al mercado y de su llegada a las plataformas digitales.
11.000 personas tuvieron la oportunidad de presenciar en la plaza de Colón de Madrid su segundo proyecto musical, ese que está inspirado en una novela del siglo XIV y que habla de una mujer aprisionada por un hombre. Fue ella, la chica que ha mezclado el flamenco con el trap hasta crear lo nunca escuchado, la que consideró que debía estructurar esa historia en 11 capítulos con el fin de pasar por ese inicio con la boda, con un nudo que hablara de celos reflejados en «Pienso en tu mirá» y con un desenlace que convirtiera a esa mujer sumisa de la trama en una protagonista que adquiere poder hasta rebelarse contra el patriarcado. «A ningún hombre consiento que dicte mi sentencia». Es una de las frases que aparece en el último episodio de esta obra maestra que traerá a Rosalía muchas alegrías.
Este segundo proyecto musical le ha posicionado como la artista española más innovadora y un gran referente que ha posibilitado que el flamenco se incorpore en los gustos de esa generación milennial que por lo general tiene más simpatía por el pop, el reggaeton y el trap. La copla también está muy presente en «El Mal Querer», un disco que tiene diferencias claras con su primer trabajo vinculado a la música. «Los Ángeles» permitió a Rosalía darse a conocer en la industria y ganarse un hueco como cantante. Quizás es igual de intimista que la reciente producción sacada al mercado, pero contiene muchas más baladas que están acompañadas por la guitarra.
En lo nuevo destaca por su poderío y por esos sonidos que la diferencian de cualquier tema musical que haya podido ser compuesto con anterioridad. «De aquí no sales» es su canción favorita, esa que le dio pudor mientras la escribía. «Preso» es esa colaboración que tiene con Rosy de Palma, la actriz que participó al enviarle un mensaje de WhatsApp. Rosalía cuestionó en todo momento con esta creación si en el siglo XXI hemos aprendido a amar distinto o seguimos en esa línea en la que conceptos negativos en una relación sentimental como los celos pueden hacernos perder la cordura. Lo cierto es que ella es una de las artistas más escuchadas en Spotify y que sin haber salido su segundo proyecto musical consiguió colapsar Madrid con un concierto gratuito que agotó las entradas en pocas horas.
La cantante catalana que tiene una personalidad arrolladora tiene el don y ha demostrado con «El Mal Querer» que puede abarcar desde el erotismo hasta los sentimientos más profundos sin olvidarse de esos elementos gitanos que simbolizan los orígenes del flamenco. Ella piensa en la melodía, en el ritmo mezclando ese estilo con partes africanas y urbanas. Su público es muy amplio. Las personas que la van a ver en directo abarcan edades desde los 12 años hasta la tercera edad. Rosalía no tiene límites. Las palmas, los taconeos, los movimientos sensuales, esos giros vocales que ponen la piel de gallina y esa modernidad en las bases de sus canciones ya escuchan en el mundo entero hasta el punto de ser halagada por personalidades relevantes, tanto cantantes del género, como actores o políticos.
Es una mujer todoterreno. Nada ni nadie podrá pararle los pies con este sueño en el que solamente ha dado sus primeros pasos. Desde un anuncio de su disco en una pantalla de Times Square, hasta poner la voz a la entrada de la segunda temporada de ‘Paquita Salas’, ser la imagen de Pull and Bear o llegar a hacer una escena junto a Penélope Cruz en la película de Pedro Almodóvar para el 2019 titulada: «Dolor y Gloria». La vida de Rosalía siempre estuvo vinculada al canto, la actuación, el baile y todo lo que le pusieran por delante, pero que estuviera asociada con la palabra arte. A día de hoy, su música es como una adicción positiva, una de esas obras que se ha pasado de boca en boca y una leyenda española de la que no pararán de hablar en Latinoamérica, Estados Unidos y toda Europa.