Alegre, talentosa y con una actitud de hierro que le permitió afrontar todos sus problemas con una positividad contagiosa que era admirable. Sencilla y humilde pese a ser una estrella internacional reconocida fuera de su querido hogar: México. Honesta, espontánea y gran ser humano que nos dejó su arte, pero también el legado de una mujer que no fue una víctima, sino una heroína. Edith González era un ángel en la Tierra que iluminó el camino de todos los que se cruzaron en su vida.
Su naturalidad, su profesionalismo y su entrega con su público eran muy destacables en una ‘mujer que fue de madera’, pero que también tuvo un ‘corazón salvaje’ para convertirse años después en ‘Doña Bárbara’ y ‘Eva, la trailera’. Todas las grandes cadenas de televisión aclamaban su participación. Por ello, Edith González no cerró las puertas ni a producciones de Televisa, ni a Tv Azteca, ni tampoco a Telemundo.
Noble y dispuesta a ayudar a todos los que gritaran auxilio. Amorosa, familiar y amiga que no soltó la mano a los que la quisieron como ella merecía. Edith González debutó desde muy pequeña en el mundo artístico y sobresalió en películas de los años 70, así como en telenovelas de la talla de ‘Los miserables’, ‘Lo Imperdonable’ o ‘Los Ricos también lloran’, melodrama que le dio una repercusión mucho más grande. ‘Corazón salvaje’ fue su primer papel como protagonista en la pequeña pantalla mexicana. Tras esta producción llegarían a sus manos otros títulos como ‘La sombra del otro’ de 1996.
Se podría decir abiertamente que ‘Nunca te olvidaré’ junto a Fernando Colunga ayudó a Edith González a que obtuviera un mayor reconocimiento a principios del siglo XXI, momento en el que protagonizó ‘Salomé’ junto a Guy Ecker. Desde ese momento, esta gran intérprete no pararía de encabezar una multitud de títulos en los que destacó su gran talento interpretativo. No obstante, siempre compaginó esas participaciones en la pequeña pantalla mexicana con su amor por el cine y el teatro.
‘Mujer de madera’ es otro de las telenovelas que siempre se quedarán en el corazón de los fans de Edith González. En esta gran historia de amor, la intérprete de almas se metió en la piel de Marissa Santibáñez y compartió escenas con actores como Jaime Camil y Gabriel Soto. Tras concluir esta trama, la actriz mexicana caracterizó a una villana en ‘Mundo de Fieras’, producción protagonizada por Gaby Espino y César Évora. Todo eran retos para este ser de luz que iluminó a la televisión latinoamericana con su don en la actuación y que también se atrevió alguna que otra vez con el canto.
Después de grabar ‘Palabra de mujer’ junto a Televisa, Edith González llegó a Telemundo pisando fuerte con ‘Doña Bárbara’, una telenovela muy exitosa que llegó a países como España. En esta ocasión interpretó a una mujer de armas tomar que no creía en los hombres por culpa de una violación que sufrió cuando era una joven inocente llena de sueños. Con el paso del tiempo vuelve a enamorarse de Santos Luzardo, la misma persona de la que se enamora su hija Marisela, chica a la que desprecia por recordarla ese trágico episodio que vivió en antaño.
Tras este éxito, Edith González regresó a Televisa con ‘Camaleones’, una producción juvenil en la que se metió en la piel de la directora de un colegio, que a su vez era madre de una de las alumnas. Sin embargo, los últimos años de su trayectoria en el universo de las telenovelas los pasó en TV Azteca con títulos como ‘Cielo Rojo’ junto a Mauricio Islas, ‘Vivir a Destiempo’ con Ramiro Fumazoni, ‘Las Bravo’ y la última, ‘3 familias’. A excepción de ‘Eva la trailera’, trama en la que realizó su última participación junto a Telemundo y en la que compartió escenas con Arap Bethke.
Libre para amar, soñar y dar una lección esperanzadora a todas las personas que padecen cáncer de algún tipo en la actualidad. Generadora de un arte que siempre vamos a recordar cada vez que queramos volver a ser testigos de su capacidad interpretativa; sea en sus películas o en su larga lista de telenovelas. Orgullosa de sus raíces mexicanas y luchadora innata en el escenario de su propia vida. Más de 30 años dedicada en cuerpo y alma a la actuación y 54 años de risas, de palabras de contención y de puro talento. «Hasta el último suspiro hay que vivirlo con amor», así se expresó en una de sus últimas entrevistas en una de sus casas: Televisa. La vida es solo un viaje y ella no solo lo disfrutó al máximo, sino que también tuvo tiempo para iluminar a los que tuvimos la suerte de conocerla, aunque solo fuese a miles de kilómetros de distancia.