La música en directo revivió el 11 de octubre con Dial Únicos en el marco de las fiestas de uno de los más conocidos barrios de Leganés y una inmensa cola a la entrada de La Cubierta esperaba con ilusión la apertura de puertas. Centenares de asistentes habían comentado durante semanas un acontecimiento que nadie; ni los de dentro, ni los de fuera querían perderse. Ya en el tercer lugar, justo después de ese «bailar pegados es bailar», salió sobre el escenario un cantante gallego al que le sobra verdad, y por lo tanto, carece de hipocresía. Allí, en Madrid , con la sonrisa de quién es «todo un Gentleman», entre «acordes menores» y mediante una voz desgarradora que nos enseñó cómo suena la ciudad, Luis Cepeda recordó que nada podrá detener su sueño de dedicar su alma a la música. «Con los pies en el suelo» fue la primera en dar el pistoletazo de salida en una noche efímera en la que gran parte del público seguramente se hubiera quedado durante horas a escuchar todo el repertorio; tanto de su debut como de ese segundo disco que llegó hace un año dispuesto a conquistarnos.
Aferrado a esos «Principios» con los que logró asentarse como un referente español, Cepeda «Vuela» alto y ha prometido quedarse para componer temas musicales con los que es inevitable no sentirse identificado. Mientras que unos están destinados al desamor, otros conciencian de la importancia de visibilizar problemas sociales. Tal son los casos de «Da Media Vuelta» o «Desayuno con Diamantes», dos canciones que muchos fans echaron en falta en ese encuentro en directo con ese poeta que versa a través de sus letras una realidad pretenciosa en lo que respecta a alejarse de ese mundo aparente y «artificial». Esa noche en la que muchos sólo habían acudido hasta Leganés por verle, el creador de la banda sonora de miles de personas emocionó a varios asistentes con «Mi reino» y «Si tu existieras», dos baladas capaces de rozar corazones. La primera con un sentimiento profundo que recibió el feedback del público en los coros. La segunda con la energía suficiente como para levantar de las sillas a los que hace tiempo se rindieron ante él, un gigante de la música, un artista que sabe cuándo es el momento para trasmitir todo lo que no está dispuesto a callar, que doblega al miedo y vuelve a ilusionar a los que le siguen cada vez que aparece sobre un escenario.
Llegó nuevamente con su sonrisa y su luz tras confirmar que no ha dejado de componer canciones que pronto serán tan icónicas como «Vuela» o «Fuimos Vida» y concedió en la Cubierta de Madrid un regalo titulado «Otro Día Más», una de esas baladas que suenan a despedida, una carta que dedicar a alguien con quién es necesario cerrar la historia para que cada día el adiós duela un poco menos. Quizás este sea el primer single de algo nuevo, lo que promete ser un tercer disco que no pasará desapercibido, cargado de letras distintas, pero con la misma esencia de quién dio al pop un sello inigualable. En una noche cultural en la que todos los artistas se hicieron eco de la importancia de la salud mental, Cepeda volvió a emocionar a un público que sólo le pedía unos minutos más. Faltaron canciones épicas de la talla de «La Fortuna» o «La novia de Rubén», pero el cantante gallego no perdió la oportunidad y cantó un trozo de una pieza musical con la que consiguió sacar las lágrimas a todos los que presenciaron su arte para contar situaciones que muchos ya han experimentado en primera persona.
«Otro día más es un día menos para olvidarte, echarte de menos», versaba ese detalle que Cepeda tuvo con su público de Leganés antes de despedirse con «Gentleman». Enérgico, desenfrenado, con la intención de que saltara toda La Cubierta de Leganés; el cantante consiguió que voláramos con él a su universo musical. Su despedida sólo significó todo lo que está por venir con un artista que no tiene techo, aunque existan quiénes quieran bajarle de su sueño. Luchador inagotable, protagonista de sus propias canciones; esas que al salir a las plataformas digitales se convierten en espejos con los que cualquier oyente puede sentirse identificado. Luis Cepeda volvió a crear magia «con los pies en el suelo», pero cada día más consecuente con que su «vuelo» musical sí sea eterno.