Al fin descubrimos el cielo. Cada vez que nos instalamos en su arte sólo queremos que se pare el tiempo para disfrutar de su talento. Una mirada dulce y valiente comenzó hace algunos años a interpretar en la pequeña pantalla vidas ajenas que nunca vivió siendo Carol Rovira, pero que le han traspasado por dentro hasta dar libertad a su otra faceta. A Amelia Ledesma le debemos «Almas Viejas», ese primer single con un sonido antiguo marcado por el bolero y esa guitarra que renació cuando sus cálidas manos volvieron a tocar sus cuerdas. Este tema musical marca el inicio de una nueva etapa para una actriz que componía canciones a escondidas , una chica que cogió como referente a Natalia Lafourcade y creó su propio sello al contar un hecho que sucederá en la tercera temporada de Luimelia.
Carol Rovira es esa luz que guía a muchas personas a través de su arte. Está al servicio de todo lo que tenga que ver con las emociones y lo ha vuelto a demostrar con su primera canción como cantante. Como un «alma vieja» capaz de reinventarse, pero sin perder de vista sus recuerdos más preciados, de pronto, una mujer canta un bolero con el que hace un viaje por el pasado, por la nostalgia de un amor que tuvo un principio y un final. La intérprete escribió la canción que formará parte de Luimelia con una estructura muy clara y ayudada en la composición por Anthony Ocana, quién además es el productor musical.
Pese a que los miedos han sido los culpables de no haber mostrado antes su alma como compositora, Carol Rovira canta, actúa, baila, toca el clarinete y compone. Esta gran artista confesó que estaba más cómoda poniéndose distintas capas, esos personajes diferentes a su historia como esa mujer que nació el 12 de octubre de 1989 en Camarles (Tarragona). Antes de contar sus inicios en la actuación, hay que recordar a esa niña que amaba jugar en las calles de su pueblo y sentir el olor de los naranjos de su abuelo. También a esa adolescente que imaginó tantas veces cómo cumplía cada sueño, la misma que sintió, en alguna ocasión, ser una auténtica rock star. De esas ilusiones nace la constancia y la lucha por dedicarse a la actuación. El oficio lo aprendió en el Institut del Teatre, pero sus cualidades las reforzó en sus primeras oportunidades en el teatro. El escenario fue su base y la guitarra la esperó hasta que ella se vio preparada para encontrarse con sus letras.
La música siempre ha estado muy presente en su vida, esa forma de salvarse, de volver a sus orígenes y de seguir escalando montañas hasta poner en marcha sus sueños. Entre sus mejores momentos destacan esos en los que Carol Rovira canta junto a su hermano Joan algunas de esas canciones que les transportan, o sus años de infancia, o a esos que simbolizan algún hecho importante en sus vidas. Estas ganas por despertar a sus monstruos y dar a conocer esa voz desnuda y sin armaduras han resaltado con mayor fuerza en un año agridulce para todos. Dos son las canciones que ya tiene grabadas. La primera es «Almas viejas», esa tendencia a que los jóvenes de hoy en día conozcan la exquisitez y delicadeza de su bolero. La segunda se titula «Como Ninguna». Ambas aparecerán en la tercera parte de un fenómeno que ha dado visibilidad a la diversidad de género y a una artista que se ha atrevido a experimentar su otra faceta artística.
Si bien es cierto que su vida cambió drásticamente cuando comenzó a ser Amelia en Amar es para siempre, la intérprete caracterizó a otras almas en su tierra natal y llegó a TV3 con La Riera en 2016. A nivel nacional su gran oportunidad surgió con Presunto Culpable, el thriller de Antena 3 rodado en Bilbao en el que compartió escenas con Miguel Ángel Muñoz. En esa serie interpretó a Maite, una mujer muy diferente que en nada se parecía a la chica de cabaret que en los años 70 se enamoró de su amiga.
Carol Rovira es una mujer fuerte de ojos brillantes, sonrisa sincera y corazón de oro. Una joven luchadora y con una humildad admirable. Sus primeros proyectos sólo fueron la antesala de una vida profesional a la que le quedaba por conquistar el mundo. Lo hizo a través de Amelia con un personaje oprimido en un principio, pero capaz de superar todas las barreras que impuso una época que todavía era dominada por el franquismo. Se vistió de ese pasado durante muchos capítulos para protagonizar una historia de amor que no se había contado aún en todos los años que llevaba Amar es para siempre en la televisión. Al lado de Paula Usero, Carol lo tuvo mucho más fácil para dar visibilidad a un colectivo que hasta ese momento había sido representado a medias. Por separado eran adorables, pero juntas son invencibles.
De esa manera nació el fenómeno de Luimelia, del afecto de dos amigas que se miraban de otra manera, con un amor al que le costó varios capítulos esconderse en la clandestinidad, el mismo que se vio en la tesitura de enfrentarse ante las mentalidades más conservadoras. Lo que comenzó como un nuevo reto en el que poder interpretar un personaje de época que también cantaba, bailaba y se vestía de vedette se convirtió en un acontecimiento que traspasó la pantalla. De esa química que tenía mucho más para contar inventaron una secuela que se desplaza a la actualidad a través de un falso documental que narra las vidas de Luisita y Amelia en plena modernidad.
Juntas han roto récords, tanto en las audiencias como en las redes sociales. Este éxito no sólo ha dado pie al primer spin off protagonizado por una pareja LGTB en España, el mismo que puso sobre la mesa temas de peso como la inclusión. Todo en una ficción en la que la mayor parte de espectadores son personas de la tercera edad . Además, ambas han sido un altavoz que ha ayudado a muchas personas a mostrar a sus familias lo que son y con quiénes quieren pasar el resto de sus días. Por lo tanto, Luimelia ha construido un puente hacia el respeto y el amor libre, así como un vínculo entre fieles seguidor@s que se han conocido a raíz de su maravillosa historia de amor.
Actualmente, la intérprete forma parte de la serie cómica ‘Señor, dame paciencia’, ficción que nació como secuela del éxito de la película con el mismo título y el mismo protagonista, el actor Jordi Sánchez. En este proyecto de Antena 3 caracteriza a Alicia, una hippie con rastas que revolucionará la vida de su padre. Detrás de este personaje vuelve a aparecer Carol Rovira, quién ha enseñado a «amar para siempre», sin máscaras y sin miedos, pero también a creer en que los sueños pueden cumplirse si se tiene el empeño por hacerlos realidad. Como actriz puede jugar a ser esos personajes que no tienen nada que ver con la mujer en la que se ha convertido y como cantante es pureza, delicadeza, esa canción que nunca pasa de moda, aunque la hayas reproducido más de 100 veces en un sólo día. Así es también «Almas viejas», esa melodía que ya no deja de sonar en nuestras cabezas y que se ha incorporado a nuestra rutina, de la misma forma que lo ha hecho ella, un alma al servicio del arte.
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hola como estan mis amores
te amo mucho a las dos como te lamas te puedo decir amelia o luisita