24 de mayo de 2019. El tiempo tenía un día bipolar, aunque hacía un sol espléndido cuando los invitados y los grupos de fans con entradas vips entraron a la sala la Riviera. Aún así, los cambios climáticos inesperados no iban a impedir que los seguidores de Carlos Baute acudieran a ese encuentro musical en Madrid en el que el cantante compartió los mejores singles de su trayectoria musical. Por momentos parecía que todos nos habíamos desplazado a su querida tierra, un país que estuvo muy presente en esas casi dos horas de concierto.
Cambió armas por canciones, creó lindas melodías que se instalan en las fiestas, en los karaokes entre amigos y que sonaron con fuerza en las radios de miles de países. Es fiel a su idioma al cantar y darle voz a sus sentimientos, y también, un soñador con un alma de gigante que ha demostrado ser un protestante implacable. Carlos Baute volvió a demostrar en Madrid su compromiso con Venezuela, pero antes comenzó su noche con temas alegres y positivos como «En el buzón de tu corazón», la bailable «Perdimos el control»y «Angelito» en compañía de Chenoa, a quién conoció en su visita a la Academia de ‘OT 1’ casi 20 años atrás.
Carlos Baute es la debilidad de sus fans. Por él han viajado desde otras ciudades o países y darían todo en la vida. «Perdido» fue una de las primeras en sonar en la sala La Riviera. No obstante, en uno de sus míticos temas musicales, el cantante venezolano no dudó un instante en subir a una de sus seguidoras al escenario para que bailara al compás de su canción. Pocos minutos después cantó «Mi Medicina», no sin antes mencionar que había un puesto para el que quisiera realizar una donación para su querida Venezuela, esa que necesita salir de esa dictadura putrefacta con ayuda de manos aliadas.
Acababa una actuación y presentaba otra. Sonaban los primeros acordes de su siguiente mensaje musical y ya sus fans sabían que se trataba de la mejor de sus baladas, «Te quise olvidar». Sin embargo, esta vez Carlos Baute estaba acompañado por una de las grandes voces españolas de los últimos años: Ruth Lorenzo. En el estribillo era inevitable que no se nos pusiera la piel de gallina con esa combinación entre ambos y ese vals romántico.»Tienes el público que te mereces», así se expresó la representante de España en Eurovisión 2014 tras haber emocionado a centenares de presentes.
«¿Quién es ese?» de Carlos Baute, Maite Perroni y Juhn también llegó hasta la sala la Riviera que se ubica justamente detrás del Palacio Real de Madrid. A esta cita con España, el carismático venezolano no se olvidó de sus hits más famosos como «Amarte bien», «Amor y Dolor», «Ando buscando» en colaboración con Piso 21 o «Te regalo», tema musical que sus fans cantaron a todo pulmón. En esta alegre fiesta latina tampoco podía faltar «Demasiado» en compañía de Edurne, quién resurgió en la música tras cuatro años de ausencia. Así fue como gente nueva y conocida que llevaba años siguiendo sus pasos por España disfrutó de un hombre energético, admirable y guapo por fuera, pero mucho más por dentro.
«Estamos en un momento histórico. Todos queremos recuperar la democracia y lograr el cese de la usurpación. Necesitamos luchar por las elecciones libres y acabar con el dolor de un pueblo que tiene el corazón roto. Hay que construir puentes y conseguir que los militares vuelvan a defender a los ciudadanos y no al régimen totalitario». Esas palabras de Carlos Baute estuvieron acompañadas por una sucesión de imágenes sobre la cruda realidad por la que atraviesa el país en el que nació. Tras este conmovedor vídeo que causó las lágrimas de sus fans, el público aplaudió y gritó «libertad» con toda su vitalidad.
Luchador, humilde, reivindicativo y amante de la buena música latina. Carlos Baute consiguió que hasta los más negados a bailar movieran las caderas. Nadie quería irse y no lo hicieron hasta que no cantaron al unisono letras como «Quien te quiere como yo» o otras como «Amarte Bien». Y en ese momento volvió a causar los aplausos al ir contra el machismo e incitar a que todos los hombres traten a las mujeres con respeto. Constructor de canciones con historias autobiográficas, de sonidos que hablan de amor y dolor, de pasiones y de ritmos pegadizos que nunca tendrán fecha de caducidad. Volvió a cantar «Colgando en tus manos» con Marta Sánchez en su despedida en Madrid y regresó para transmitir su lucha tras ser testigo de todos los corazones rotos. Al igual que su medicina es su público, él nunca dejará de serlo para Venezuela.