Casi un mes después del estreno de ‘Arde Madrid’ en Movistar + decidí darle una oportunidad a una historia dirigida por Paco León y creada por su mente brillante, así como por la de Anna R. Costa. En ese momento vi la paradoja existente en esta serie que no es otra que ese paralelismo entre una España franquista y una actriz estadounidense que encontró en Madrid la posibilidad de vivir su libertad.
En esta ficción se visualiza a la perfección la personalidad de Ava Gardner gracias a Debi Mazar. Esta mujer que vivió más de una década en la capital de España durante la última etapa del franquismo era capaz de hacer su santa voluntad y evitar que nadie le pudiera dar lecciones sobre lo que estaba bien o mal. Ella prefirió desligarse de la presión que sienten personajes femeninos como el interpretado por Inma Cuesta, quién aparenta estar más cohibida.
Nominada a los premios Feroz por su gran calidad interpretativa y por haber sido la primera apuesta rodada en blanco y negro en la actualidad. La ficción de ocho capítulos Paco León merece todo tipo de elogios por haber sido el contraste en sí mismo de una clase trabajadora que trata de sobrevivir con una mentalidad conservadora y una clase social acomodada que ha experimentado los placeres de la vida lejos de la dictadura de Franco. De esta forma, pude ser testigo del machismo de los años 60, época en la que estaba mal visto que una mujer quedara embarazada antes del matrimonio como es el caso de Pilar (Anna Castillo).
No obstante, también está muy presente el empoderamiento femenino con una mujer procedente de un país mucho más liberal. Ava Gardner bebía, se codeaba con los famosos españoles más relevantes (cantautoras de flamenco, actores o toreros) y se acostaba con quién quisiera tener una noche loca de sexo. A diferencia de Ana Mari ella no tenía tapujos para decir abiertamente lo que pensaba o sentía. Por su parte, esta ficción me ha permitido ver a Paco León en otro rol. En ‘Arde Madrid’ es Manolo, un hombre que tiene que fingir estar casado con el personaje interpretado por Inma Cuesta, una mujer coja y aparentemente sumisa que causará revuelo. El objetivo es hacerse pasar por los sirvientes de Ava para espiar su día a día en la dolce vita madrileña.
¡Ardía Madrid debido a que en una época conservadora mientras la gente humilde trataba de ganarse el pan a diario, el mundo de la fama disfrutaba cada noche madrileña del flamenco, del whisky y si podían del sexo!