Posiblemente muchas personas se sientan identificados con esa sensación de vacío cada vez que terminamos esas series o telenovelas tan interesantes que llevábamos al día y que nos quitaban mínimo una hora de nuestro tiempo libre. El melodrama en este contexto puede llegar a ser tan bueno por la trama o la química de sus protagonistas que cuesta desconectar por completo y hasta en ocasiones se sueña con esos personajes que han enamorado a más de un@ durante un centenar de capítulos. Quizás alguien lea este artículo y coincida en estos bonus tracks, pero lo más probable es que tengan los suyos propios. No obstante, hoy hablaremos de cinco ficciones latinoamericanas que se pegan como un imán sin importar los años que hayan pasado desde su boom mundial.
1) ‘La Usurpadora’ de 1998:
Una de las telenovelas más icónicas de todos los tiempos sin lugar a dudas es ‘La Usurpadora’ de 1998 protagonizada por Gabriela Spanic y Fernando Colunga. Esta ficción basada en la suplantación de vidas entre dos gemelas físicamente idénticas, pero muy diferentes en el carácter sigue vigente en la actualidad en las vidas de millones de espectadores. No importa que pasen las décadas o que hayan dado pie a un nuevo remake mucho más actualizado de menos capítulos porque siempre que puedo vuelvo a ver este clásico con esa canción que decía : «Un día llegaré con un disfraz distinto el color, la misma faz».
2) ‘Rebelde’:
Pasan los años y con ellos nuevas telenovelas que nos intentan convencer con sus argumentos, pero siempre vuelvo a recordar el boom de los melodramas juveniles, sea con ‘Rebelde Way’ o ‘Rebelde’. La creación de Cris Morena adaptada al puro estilo mexicano sigue viva en los corazones de todos esos fans que vivieron en la época en la que se engancharon a las historias de amor de Mía y Miguel o Roberta y Diego, así como a esas canciones que a día de hoy se siguen cantando en fiestas y karaokes. Cuando no sé literalmente qué ver hay algo en mí que me impulsa a revivir mi infancia y mi adolescencia al lado de esos protagonistas que persguieron sus sueños pese a la incomprensión de muchos adultos.
3) ‘Pasión de Gavilanes’:
«Quién es ese hombre, que me mira y me desnuda». Esas fieras inquietas, esos gavilanes que enamoraron a las hermanas Elizondo y al mundo entero siguen presentes en muchos espectadores apasionados por el género latinoamericano. Son pocos los seguidores de telenovelas que no han visto con sus propios ojos el amor instantáneo que surgió entre Juan y Norma o a ese abuelo entrañable que causaba la mayoría de las risas de la trama. Casi imposible es también que alguien no sepa al menos tatarear el estribillo de ‘Pasión de Gavilanes’, pero os soy sincera: son más las veces que he sido testigo de la química de Sara (Natasha Klauss) y Franco (Michel Brown) que de la trama por completo. Por lo tanto, cada vez que quiero revivir sus escenas pongo en Youtube a una de las mejores parejas de un clásico histórico en los melodramas.
4) ‘Cuidado con el ángel’:
Mi percepción subjetiva como fan de telenovelas me transporta directamente al año 2008, momento en el que Maite Perroni deja atrás su etapa en ‘RBD’ para dar comienzo a su era como princesa del género latinoamericano. ‘Cuidado con el ángel’ fue su debut como protagonista al igual que el de su compañero, William Levy. Su impresionante química, la historia de amor de Juan Miguel y Marichuy y las canciones de la trama de corte clásico ocasionaron que haya entrado como uno de mis bonus tracks favoritos. La repercusión fue tan buena que ambos intérpretes protagonizaron juntos de nuevo ‘Triunfo del amor’ dos años más tarde, entre otros factores.
5) ‘Casi Ángeles’:
Llegó el momento de hablar de una de las telenovelas juveniles que ha marcado la infancia y la adolescencia de millones de personas de diferentes partes del mundo. ‘Casi Ángeles’ llegó a mi vida como un despertador, como una forma de tomar conciencia de la existencia de la explotación infantil, de la importancia de los sueños, de luchar por nuestro lugar en el mundo y como un cuento revelador. Fantástica por momentos, pero tan real en otros que no dudo en ponerme sus 4 temporadas y sus 579 capítulos cada vez que quiero soñar despierta. Mucha gente podrá echarse para atrás por su extensa duración en las tramas, por aparentar ser para jóvenes o por su acento argentino, pero considero que es una ficción con valores positivos que merece una oportunidad en alguna etapa vital.